Sindicales

25/11/1999|649

Por un congreso de bases de la UOM

Una movilización de 1.200 trabajadores metalúrgicos repudió la expulsión de la UOM de los dirigentes de Villa Constitución, los cuales han llamado a constituir una Federación de la Industria (CTA) e iniciado el trámite legal de constitución del Sitrasime (Sindicato de Trabajadores Siderúrgicos y Metalmecánicos). Frente a una concurrencia que incluía delegaciones de La Matanza, Santa Fe, Córdoba y Campana, entre otras, y con Víctor De Gennaro y Edgardo Quiroga (CGT-San Lorenzo) en el palco del acto, Alberto Piccinini planteó que “nosotros no queremos ser más cómplices de esta clase dirigente que ha venido callándose mientras los trabajadores se empobrecían y perdían sus puestos. Bastante hemos tolerado y llegó el momento de definir las conductas: basta de sindicatos al servicio de los patrones”.


Esta definición no fue acompañada, sin embargo, por el planteo de impulsar la lucha.


En julio de 1998, los delegados de las seccionales siderúrgicas enfrentadas al miguelismo (La Matanza, Campana, San Nicolás, la propia Villa) habían votado exigir la “federalización” de los recursos sociales y, además, “reactivar la discusión paritaria y (reclamar) la recomposición de los básicos, en particular de la rama 21 (siderurgia)”. Pero nada de esto fue abordado en el acto.


 


¿Federación metalúrgica, para servir a Techint?


Los dirigentes del resto de las seccionales enfrentadas no hablaron, pero hicieron conocer una declaración de solidaridad con los expulsados.


Existe un “tercer bloque” en la crisis, comandado por la UOM-San Nicolás que pretende convertir a la UOM en una federación de sindicatos zonales dentro de la UOM. Esto posibilitaría la negociación de convenios zonales o de empresa y el desmonte final del convenio único de la industria del año ‘75, una salida que pretenden desde hace mucho tiempo las grandes patronales siderúrgicas (Techint y Acindar) y las propias Pymes. Todo esto dentro de un convenio nacional “marco”.