Los trabajadores de Página/12 comenzaron hoy un paro general de actividades para reclamar que la empresa cumpla con el miserable acuerdo paritario que la Utpba firmó con las cámaras empresarias del sector y en el cual también estampó su firma, como cabeza del Grupo Octubre, editor del diario, el sindicalista empresario Víctor Santa María.

El burócrata que dirige el sindicato de los trabajadores de edificios es un hombre que, como impulsor de la UMET (Universidad de los trabajadores), hace gárgaras sistemáticamente con denuncias sobre la pérdida del poder adquisitivo del salario y demás problemáticas sociales que se encarga de traducir a números y estadísticas. La impostura no puede ser mayor.

El incumplimiento del acuerdo es total. Tras la firma de la paritaria a mediados de julio, los trabajadores del diario deberían haber cobrado el primer tramo del aumento los primeros días de agosto, con retroactividad a mayo y, claro, con el proporcional de aguinaldo y demás ítems. No vieron un solo peso.

La excusa de la patronal, que aún está pagando a cuenta gotas deudas del incumplimiento de la paritaria anterior, es que el acuerdo no se homologó. Sin embargo, es la única empresa que no cumplió con lo firmado. Que alguien que dirige un sindicato se escude en la falta de homologación de un acuerdo para no pagarlo es una muestra de cobardía política. Se trata, además, de no pagar una paritaria que ha sido ruinosa para los trabajadores de prensa, con un 21% en tres cuotas a terminar de cobrar en enero, cuando la proyección inflacionaria oficial es del 42% para 2018.

La ahora degradada Secretaría de Trabajo del “neoliberal” y negrero Jorge Triaca hace su tarea en complicidad con los ´nac & pop´ del Grupo Octubre, al no homologar un acuerdo firmado en julio y, además, convalidar el argumento patronal para no honrarlo, todo en un país donde cada día el salario se degrada por la inflación. Será seguramente un favor gubernamental para agradecer el 12% que Santa María le regaló al Gobierno en la paritaria de los porteros, que luego debió actualizar.

Las centrales sindicales deben pedirle a Santa María que rinda cuentas por su comportamiento antisindical en su faz de burócrata patrón. No pueden mantenerse al margen, no pueden hacer silencio. Tienen que llover los pronunciamientos de activistas, comisiones internas y cuerpos de delegados y dirigentes.

El paro de Página se siente con fuerza en la Redacción y forma parte de un plan de lucha que arrancó con un petitorio que firmaron más de 200 compañeros, incluidos jefes de sección, asambleas y tres días de retiro de firmas. Los trabajadores le enviaron a la empresa, además, 120 telegramas laborales intimándola al pago del aumento. El plan mandató a la comisión interna a realizar más paros, que pueden ser sorpresivos y en progresión, es decir de 36 y 48 horas, ya votados.

La contundencia de la medida es tal que la patronal decidió no sacar el diario mañana, para no exhibir un producto de pocas páginas, precario y confeccionado apenas por un puñado de jefes. Sería la primera vez en la historia que, por un conflicto gremial, Página/12 no está en los kioscos, si se exceptúa un antecedente de 1987, cuando, por un acuerdo obrero-patronal, no se sacó el matutino durante un paro de la CGT de Ubaldini.

La no salida del diario generará impacto en la opinión pública, que debe ser aprovechado por el gremio para realizar enfáticas manifestaciones de solidaridad, para rodear el conflicto de fuerza, con asambleas, actos, y distintas muestras de apoyo como las que se vienen realizando por Télam, el otro conflicto que ocupa a los trabajadores de prensa.

Santa María no solo debe pagar lo que debe sino que, en conjunto con las cámaras del sector, debe reabrir la discusión de un acuerdo absolutamente desactualizado.

¡Viva la lucha de los trabajadores de Página/12!