Los despidos recientes en la Línea Roca tienen un claro carácter antisindical; nos referimos al despido de 11 trabajadores de la empresa de seguridad MCM, entre ellos los 6 delegados electos, así como el de dos compañeros brigadistas de Ezeiza de reconocida actividad sindical, Omar López y Daniel Eckart.

Trenes Argentinos, la empresa que dirigen funcionarios macristas en colaboración con la burocracia de la Unión Ferroviaria, viene aplicando un ajuste con despidos por goteo, a través de retiros voluntarios mediante aprietes directos, así como despidos arbitrarios con causas truchas sobre activistas, en combinación con una reforma del convenio que convalida el avance de la tercerización a través de contratistas como MCM.

Los tercerizados de esta empresa comenzaron hace pocos meses un proceso de organización, afiliando a casi 100 compañeros al sindicato de seguridad perteneciente a la CTA Yasky. El mismo día que fueron consagrados delegados por el voto masivo de los compañeros, la empresa golpea con los despidos.

Este ataque antisindical se extiende al Ferrocarril Sarmiento, donde los tercerizados que estaban impulsando la afiliación de sus compañeros también fueron despedidos.

El sindicato tomó una primera iniciativa de asamblea que los trabajadores convirtieron en un paro parcial y manifestación de lucha contra la gerencia de Trenes Argentinos en Plaza Constitución.

Desde entonces, el sindicato enrolado en la CTA no ha resuelto una sola acción de lucha, ni en MCM, ni mucho menos en el resto de las empresas.

El reciente acto que organizó la CTA en Constitución, con presencia de metrodelegados pianellistas del subte, así como Eduardo López de UTE, y dirigentes de la CGT y la otra CTA, tuvo como perspectiva mostrar la “unidad” de las cúpulas sindicales en pos de una salida electoral del peronismo, pero ninguna intención de desarrollar un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo.

Un sindicato que no es capaz de desenvolver la más mínima defensa de los delegados electos por sus compañeros, es un sindicato que tiene cuestionada su propia existencia. Así de concreto es el asunto y se verifica en el apriete cotidiano de la patronal para que se desafilien los 100 compañeros de MCM. 

Por su parte, la Unión Ferroviaria, integrada al directorio de Trenes Argentinos, ha hecho oídos sordos al reclamo de una asamblea frente al despido de López y Eckart que firmaron 240 ferroviarios. 

La Agrupación Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra (Lista Gris) nunca ha depositado un gramo de expectativa en esta conducción pedracista y denuncia su complicidad en los despidos y la persecución sindical que ejerce Trenes Argentinos, sin por ello haber dejado de exigir la asamblea obrera necesaria para poner en pie un plan de lucha contra los despidos. 

Pero la inacción del pedracismo sólo podrá ser superada con el impulso de asambleas autoconvocadas, como hicieron los ferroviarios del Belgrano Norte logrando la reincorporación de los despedidos, que resuelva un plan de lucha común de los trabajadores tercerizados y de planta para defender todos los puestos de trabajo y terminar con la tercerización y precarización laborales.