Sindicales

20/3/1997|531

Posse, las pintadas de Atlántida y la Panamericana

La tenaz persistencia de los trabajadores gráficos de Atlántida para mantener pintada la Panamericana ‘regenteada’ por Macri, ha sido registrada por todos los trabajadores de la zona Norte, desde la General Paz hasta Escobar y Pilar.


Cada vez que nos acercamos a distintos compañeros para ponerlos al tanto de los pormenores del conflicto, desde los colectiveros de Puente Saavedra hasta los trabajadores de Escobar o de Pilar, pasando por docentes de San Isidro o de San Miguel, todos ya sabían que en Atlántida se está luchando contra el ‘cierre trucho’ por las pintadas de la Panamericana.


Esta batalla por torcerle el brazo a ‘Autopistas del Sol’ y a la cana de Duhalde (su fiel ladera), ganó, cada vez que se salió a pintar, la solidaridad ‘militante’ de los transeúntes, que se convertían en ‘campanas’ ocasionales y avisaban a los trabajadores de Atlántida de la llegada de la seguridad de ‘Autopistas del Sol’ y de la cana.


La pulseada en la Panamericana definió actitudes.


En esta toma de postura, el intendente de San Isidro, Melchor Posse, volvió a ratificar su arrastrada condición de perro guardián de los intereses de cuanto capitalista husmee cerca de ‘sus tierras’.


En la guerra sin cuartel por las paredes, en Thames y Panamericana, fuera del ‘coto feudal’ de Macri, existe un enorme paredón que da a un predio municipal de San Isidro, pintado, permanentemente, por Cafiero (Pj) o por el mismísimo Posse.


Bastó que los trabajadores de Atlántida pintaran “No al cierre trucho” para que el alcahuete radical, más rápido y más presuroso que la seguridad de Macri y que la policía duhaldista, la mandara a tapar, blanqueándola y colocando leyendas para que no se pinte, con la firma de la Municipalidad de San Isidro.


Que se queden tranquilos los trabajadores municipales de San Isidro. Mientras dure el conflicto de Atlántida, no les va a faltar laburo.