En la última semana, los medios de comunicación de Córdoba se hicieron eco del premio otorgado al frigorífico Estancias del Sur por el volumen de su exportación. Lo que ningún medio reflejó, obviamente, son las condiciones laborales de Estancias del Sur. Esta empresa es un verdadero laboratorio de las más variadas formas de flexibilidad laboral: salarios que en un 50 ó 60% están compuestos por premio, que para obtenerlo obliga a los trabajadores a faenar 850 o 1.000 animales por turno; esto implica ritmos de producción extenuantes; jornadas de 9 horas, con temperaturas inferiores a los 9° C; hay, además, trabajadores contratados a través de una cooperativa que se dedican a las tareas de limpieza, con sueldos inferiores y contratos precarios que no contemplan premios. Al igual que el resto de los trabajadores de este frigorífico, el personal de la cooperativa está sujeto a la polivalencia.

Estancias del Sur no se priva de nada: a través del Proyecto Joven, emplea trabajadores que no reciben cobertura de salud, aporte jubilatorio, ni nada que se le parezca, por 1 peso la hora; es decir, la virtual contratación en negro para acentuar la explotación de la juventud acuciada por el desempleo.

Es evidente que el objetivo es promover la reducción salarial dentro del frigorífico, por medio de la introducción de modalidades precarias de contratación (contratos individuales, etc.). Esto plantea la necesidad de un reagrupamiento de los trabajadores del frigorífico en contra de todas las medidas flexibilizadoras y las contrataciones negreras.

• Reducción de la jornada laboral a 6 horas, por trabajo insalubre.

• Iguales derechos para todos los trabajadores del frigorífico, que permitan la unión de los mismos por mejoras en las condiciones laborales.

• Incorporación al básico de los premios, salario mínimo igual a la canasta familiar.