El plan de reestructuración anunciado por el gobierno impactó fuertemente en el ministerio de trabajo. A partir del boletín oficial, los trabajadores de esta dependencia nos enteramos de que el nuevo organigrama implica una reducción sustantiva de diversas áreas y funciones que se desarrollan desde hace años. 

El silencio de las autoridades es total; no han dado la cara para clarificar la situación de los puestos laborales frente a un horizonte sumamente complejo, porque la gran mayoría de los trabajadores tenemos contratos ultra precarios desde la gestión anterior. Esta situación, evidentemente, preanuncia una nueva tanda de despidos en Trabajo.

A la vez, y en contraposición con la demagogia oficial sobre la "reducción de los cargos de alto rango", pasaron de tres a siete secretarias y crearon "unidades ejecutoras provisorias" con igual salario y jerarquía para los subsecretarios supuestamente corridos. Mientras recortan áreas  que albergan a cientos de trabajadores y prestan servicios  a los sectores más vulnerables -uno de los recortes consiste en restringir a la población usuaria del seguro de capacitación,- los  cargos políticos no solo han sido resguardados  sino también  multiplicados. Se puso de manifiesto que la "reestructuración" del estado no significa otra cosa que un mayor ajuste con despidos y desguace, que ya vienen atravesando otros sectores como el Inti, Mecon, Fanazul, Turbio o Posadas.

Una vez conocida la nueva estructura, se realizaron asambleas por sector y una asamblea general en la que se votaron diversas medidas para darle visibilidad al conflicto dentro y fuera del Ministerio.

Cabe destacar que la desprotección a la que nos someten las direcciones de los sindicatos de estatales es total. UPCN protagoniza una entrega indisimulable, con "minicuotas" de un gatillo trucho y paseos por por Europa con nuestro patrón precarizador, el Ministro Triaca. ATE, por su parte, aunque tenga verborragia combativa está dejando pasar esta ofensiva.

No hay plenarios de delegados ni nacionales (dirección Verde) ni de Capital (Verde y Blanca). Tampoco ha habido campaña del sindicato por el triunfo del INTI o apoyo a las luchas como las de Hacienda. 

Esta aislamiento solo puede ser superado con la energía unificada de trabajadores y trabajadoras, que es mucha, como se demostró en el último período -diciembre, 8M-.

Desde Tribuna Estatal entendemos imprescindible traducir el estado de alerta en un plan de lucha concreto. Para ello, es necesario que las medidas votadas sean escalonadas. Por eso, nos parece importante profundizar nuestra organización en este momento para garantizar que no haya ningún despido en el Ministerio. Consideramos que es necesario plantearnos un plan de lucha que contenga asambleas ya fijadas porque la periodicidad establecida de antemano permite medir fuerzas y deliberar sin ataduras. Tenemos que apuntar en la dirección del INTI: paro y ocupación en caso de tener despidos.