Sindicales

23/4/2020

Primer contagio de coronavirus en el Subte

Necesitamos un control obrero de la lucha contra la pandemia.

La Naranja del Subte

La confirmación de una caso de Covid-19 en un trabajador de limpieza del turno noche de la línea E del Subte viene a poner a prueba los métodos y protocolos de prevención contra los efectos de la pandemia y, lo que es fundamental, quien controla dichos operativos en los así llamados “servicios esenciales”. En este caso, por ejemplo, fue el trabajador el que avisó a sus compañeros que hacía dos días que estaba internado y que el test le había dado positivo. La empresa avisó con posterioridad a esto, perdiéndose 72 horas críticas para el aislamiento de los contactos y la desinfección del sector.


En estos momentos lel Cuerpod e Delegados de estaciones de la línea E, tomaronuna medida de fuerza sobre el servicio de la línea ante la ausencia de garantías sanitarias por parte de la patronal y el Gobierno de la Ciudad.


Dos casos sospechosos previos, en los tráficos de las líneas B y E, que resultaron luego negativos demostraron que, si no fuera por la intervención de los trabajadores, la patronal solo se interesa en que no se interrumpa el servicio. La patronal planteó, en ambos casos, que se aislara al sospechoso y sus contactos directos, haciendo caso omiso a que el propio protocolo publicado por Metrovías indica que debe cerrarse el sector y pasar a realizar una limpieza y desinfección exhaustiva.


Dos aspectos graves más. Los contactos de los trabajadores afectados no fueron seguidos ni testeados por la empresa o la institución sanitaria que corresponda.; y las líneas B y E, continuaron funcionando conducidas por personal jerárquico, sin importar que más trabajadores, o los pasajeros, estuvieran expuestos a contagio,



El Subte, como se ve, comparte con el resto del transporte -y otros servicios esenciales como salud- la negligencia absoluta de patronales y gobiernos (el de CABA en este caso) en materia del cuidado de la salud de trabajadores y pasajeros. No solo en la provisión insuficiente de insumos de protección e higiene personal, sino del seguimiento de casos y del cumplimiento del aislamiento social con separación de 1,5 metros, indicado por la OMS como la principal medida de profilaxis.


Nada se ha anunciado, por ejemplo en medios oficiales, en materia del ordenamiento del trasporte ante la flexibilización ya en marcha de la “cuarentena administrada” y el incremento de las “excepciones” que se preparan a partir del 27 de abril. Las imágenes de trenes atestados, pocos días atrás; colectivos con láminas de nylon, en lugar de cabinas de protección para choferes; o trabajadores descompuestos que no son aislados ni testados; son muestras mínimas de una situación general fuera de control.




No se puede dejar en manos de la irresponsabilidad de las empresas y los gobiernos el cuidado de la salud y la vida de trabajadores y pasajeros. Hay que organizar urgentemente comisiones de control de higiene y seguridad. En el caso del Subte por línea y sector, con potestad para interrumpir las tareas que no cumplan con el protocolo de lucha contra el Covid-19. Provisión de materiales de protección adecuados. Ante casos sospechosos, aislamiento de los mismos y sus contactos; testeo y seguimiento de todos ellos. Comprobación presencial de cierres de sectores afectados y desinfección. Control del ordenamiento de turnos y francos para evitar cruces y contactos innecesarios que la patronal fue incapaz de organizar con efectividad. Comprobación del aislamiento social de pasajeros.


Toda esta compleja actividad escapa al alcance de reuniones virtuales del sindicato y los delegados. Los trabajadores que están en servicio deben seleccionar los compañeros que día a día vigilen, verifiquen, tomen denuncias y eleven la información necesaria.