Sindicales

23/6/2016|1416

Primero plenario de la CSC en Mendoza: por una nueva dirección en los sindicatos

Casi 150 dirigentes y delegados de más de una docena de gremios estatales, privados de servicios e industriales deliberaron en torno de los problemas políticos centrales que enfrenta el movimiento obrero y la necesidad de poner en pie una corriente político-sindical en el seno de las organizaciones obreras


Casi 150 dirigentes y delegados de más de una docena de gremios estatales, privados de servicios e industriales deliberaron en torno de los problemas políticos centrales que enfrenta el movimiento obrero y la necesidad de poner en pie una corriente político-sindical en el seno de las organizaciones obreras.


 


El informe central del plenario estuvo a cargo de Soledad Sosa, secretaria general adjunta de la CTA provincial y diputada nacional del PO por el FIT, complementado por Raquel Blas y Roberto Macho, de ATE.


 


La deliberación se concentró en la política de ajuste de Cornejo y Macri, que se descargó contra el pueblo en forma de tarifazos, devaluación, despidos, represión, cierres paritarios por decreto y límites al derecho de huelga. También se abordó el intento de reformas laborales y previsional, y los intentos de limitar la acción de los trabajadores mediante la resolución de la Corte y una versión más reaccionaria todavía elaborada por el ministerio de Gobierno mendocino.


 


Este cuadro se desarrolla en abierta complicidad de las conducciones sindicales, que negocian los fondos de las obras sociales o puestos de gestión. Particularmente en Mendoza, los sectores de la CGT que están por fuera de la “Intersindical” lo hacen a nombre de “no marchar detrás de banderas rojas”.


 


Asamblea de delegados y la “Intersindical”


 


Un capítulo aparte mereció la experiencia impulsada por la CTA-A de asambleas de delegados de base. Es verdad que el grueso de los delegados los aportan un puñado de gremios, mientras la gran mayoría “balconea”, pero esta experiencia ha impulsado la deliberación, resolución y acción directa de los trabajadores, unificándolos por la base mediante la acción y las reivindicaciones. Esta conclusión madura más lento o más rápido en la base de gremios como el telefónico, el judicial o el Suoem (municipales) de capital.


 


La burocracia ha tomado nota de lo peligroso que es “agitar” la base con asambleas de delegados, mientras cierra acuerdos a la baja, entrega conquistas y le concede “paz social” al gobierno ajustador de Cornejo. El FpV en la Legislatura acompaña la aprobación de todos los decretos que cierran las paritarias.


 


La burocracia que “resiste con aguante” esta maniatada por un lado porque el FpV es furgón de cola de la gobernación como resultado de la necesidad de asistencia financiera de los intendentes peronistas. De otro lado, la UCR llama al movimiento obrero a apoyar su gobierno y hacer un esfuerzo para revertir el rojo fiscal como resultado de “la herencia kirchnerista”.


 


En este cuadro, la acción de CTA-A y ATE junto con la CSC significan un faro en la niebla, un anclaje de independencia política del movimiento obrero bajo un programa y un método propio: la asamblea, la acción directa y la huelga.


 


Las resoluciones


 


Luego del debate, se aprobaron los documentos de convocatoria provincial y nacional, y se resolvió  preparar una gran delegación mendocina al encuentro nacional del 2 de julio.


 


También se resolvió apuntalar, fortalecer y fomentar los agrupamientos antiburocráticos que pelean por recuperar las direcciones sindicales de manos de la burocracia sindical y desenvolver una gran campaña de la CSC por una nueva asamblea de delegados de base para principios de agosto, para votar un plan de lucha y preparar un gran paro nacional.


 


Finalmente, la preparación de cursos de formación sindical en dos niveles, para activistas y para dirigentes sindicales.