Sindicales

19/10/1993|404

Propulsora puede pagar el reclamo salarial

Los trabajadores de Propulsora levantaron una huelga de 20 días hace un mes, en condiciones muy desfavorables: la patronal simplemente desconoció el reclamo de $ 200 mensuales de aumento, otorgó uno de $ 50, que sufrirá una reducción por el descuento de los días de huelga. La burocracia de Di Tomasso (UOM La Plata), boicoteó la lucha, se negó a convocar al Congreso de Delegados de la seccional, saboteó la constitución de un fondo de huelga e impulsó abiertamente el carnereaje.


Di Tomasso fue más lejos y exigió la renuncia inmediata del cuerpo de delegados, acusándolos de “irresponsables y anárquicos”. En forma simultánea, suspendió a un compañero que enfrentó la provocación de un matón de la burocracia.


Una masiva asamblea general votó el rechazo de la exigencia de la burocracia. La ofensiva patronal-burocrática, sin embargo, prosigue, porque Techint acaba de presentar una denuncia penal contra dos trabajadores que apoyaron la huelga.


 


$ 200 de aumento


La situación económica de la patronal es brillante: la empresa está trabajando a pleno y con necesidades urgentes de producción. El pulpo que controla Propulsora y Aceros Paraná (ex Somisa) —en este caso asociado a Usiminas (Brasil) y la acería de Huachipato (Chile)—, está amasando beneficios extraordinarios, como resultado del aumento espectacular de la “productividad obrera”  (explotación), del congelamiento salarial, de los reembolsos que recibe en concepto de subsidio a la exportación, y de la protección arancelaria que el gobierno le ha otorgado para el mercado interno. En el rubro laminados, Propulsora está produciendo 130 toneladas/hombre contra 100 en 1990 ó 64 en 1975 (datos del Centro de Industriales Siderúrgicos, 90-91). El gobierno ha prohibido las importaciones (a través de la legislación “antidumping”) y le ha dado a Propulsora, a Acindar y a Aceros Paraná los beneficios del programa de especialización industrial —menores  tasas de importación de materia prima si reexportan por cifras iguales o superiores—, a lo que hay que sumarle los reembolsos para exportaciones. Como Techint  está  asociado a los pulpos siderúrgicos  de Brasil  y Chile,   recibe  reembolsos  por exportaciones en cada uno de esos países, lo cual duplica los subsidios.


La patronal oculta este brutal saqueo económico a la hora de los reclamos salariales. Como los obreros de Propulsora resisten a la superexplotación (“flexibilización laboral” , para llevar el nivel de producción acero/hombre a los “mejores niveles internacionales”), el pulpo pretendería unir en una misma empresa a Propulsora y a Aceros Paraná, despidiendo a todo el personal, para hacerlo reingresar bajo “nuevas condiciones laborales”.


 


Segundo tiempo


En Propulsora sigue planteado un conflicto de envergadura. Lo ocurrido luego de la huelga y las perspectivas que se perciben, descalifica al sector de la Comisión Interna que forzó el levantamiento de la huelga, con el argumento de “no abrir dos frentes simultáneos contra la empresa y la seccional de la UOM”.


Hay que preparar el “segundo tiempo”, de lo contrario, éste resultará aún más desfavorable de lo que fue el primero. La patronal tiene mucha plata y sólo habla de “crisis”, como un argumento contra los reclamos salariales.