Los trabajadores del INTI se movilizaron esta tarde frente a la notificación de al menos siete nuevos despidos en el día de hoy. Frente al edificio de Recursos Humanos, reclamaron explicaciones a las autoridades -quienes se atrincheraron allí rodeadas de seguridad privada-; y resolvieron luego en asamblea permanecer allí hasta por lo menos las 22 horas.

Cuando fueron a retirar su almuerzo laboral en el mediodía de hoy, los trabajadores afectados se encontraron con que la tarjeta requerida no funcionaba, y al pedir explicaciones ante el departamento de personal este les comunicó que la misma había sido anulada porque estaban despedidos. Las "desvinculaciones" fueron luego confirmadas en un comunicado del gerente general Mariano Zlatanoff.

Los nuevos despidos se suman al tendal de 258 cesantías de enero, que los estatales del organismo vienen enfrentando a capa y espada. La denuncia obrera es que son la punta del ovillo de una nueva avanzada de despidos y cierres de centros en el organismo, como parte de los planes de reestructuración privatista presentados por la patronal.

Este nuevo ataque tiene lugar en un marco de renovadas provocaciones por parte de la patronal: durante toda esta semana hubo una patota de agentes de seguridad de la empresa Murata y de policías de civil que impedían el acceso de los despedidos al predio del organismo, en violación de un acta firmada en sentido contrario por la patronal. Hoy finalmente lograron ingresar. Allí recibieron muestras de solidaridad, como la del dirigente del Partido Obrero Marcelo Ramal.

La Agrupación Naranja de ATE-INTI denunció en un comunicado “el vaciamiento, el hostigamiento y el desguace que lleva adelante el presidente Javier Ibañez” y exigió “la urgente restitución de los puestos de trabajo de todos los despedidos”.