Sindicales

4/8/2008|892

Provincia de Buenos Aires: del repudio a un plan de lucha


La acción concertada de la burocracia Celeste y Azul y Blanca del Suteba con el gobierno de Solá genera un amplio rechazo.


 


También han comenzado a surgir fracturas al interior del aparato celeste y una serie de crisis con sectores que se vincularon a la burocracia. Un sector de la directiva del Suteba Matanza (Renovación Docente) acaba de renunciar a la comisión directiva, acusando a la Celeste en forma pública de haber ocultado a la docencia y a ellos mismos los proyectos de reforma anti-educativa de Senadores y Diputados. La convocatoria al próximo Congreso Ordinario será, a pesar de su carácter burocrático, un trance complicado para los burócratas, que han establecido un hueco de casi dos semanas entre las asambleas y la realización del congreso, para armar políticamente a su tropa, vapuleada en el último congreso de Chivilcoy.


 


Solá ha comenzado a tirar el planteo de 130 pesos de aumento al básico y el blanqueo de sumas ya cobradas por presentismo y material didáctico. Udocba –un sello creado por Duhalde– ha largado una campaña de afiches “Blanqueo de todas las sumas en negro. Es el momento”. Es una maniobra, completamente alejada de los 250 pesos de aumento de emergencia al básico y de un básico mínimo de 800 pesos para el cargo testigo.


 


Organizar el plan de lucha


 


Las preocupaciones en las escuelas son básicamente dos. La primera, qué pasa con el plan de lucha y cómo salir para conquistar el aumento salarial. La segunda, las condiciones edilicias de las escuelas y la seguridad de alumnos y docentes.


 


Muchas escuelas se encuentran paralizadas por iniciativa de docentes y padres, en un enfrentamiento con los consejos escolares y el cuerpo de inspectores y jefes de región. El ministro Oporto ha calificado al movimiento como una burda preocupación por la seguridad.


 


Es imprescindible la organización de cada escuela y realizar un plenario provincial de delegados con mandato y autoconvocado.


 


Este camino, la coordinación de escuelas, la acción conjunta con padres y alumnos, deberá preparar las condiciones para la victoria de las movilizaciones y reclamos.