El 13 de marzo, al cumplirse un año del inicio de la histórica huelga de los obreros de Pilkington, a la madrugada, entre gallos y medianoche, pintaron y esparcieron volantes escrachando a obreros y calificando a la Comisión Interna de “traidores”, con la firma del Partido Obrero. Esos textos sostienen que los delegados electos deben ser reemplazados por un grupo de activistas, que nombra con nombre y apellido. El viernes 20 se repitió el hecho.

Se trata de una provocación.

El Partido Obrero de Vicente López sacó una declaración que fue masivamente distribuida en los tres turnos, donde “desmentimos terminantemente que nuestro Partido haya sacado ese texto”.

En esas agitaciones en puerta de fábrica, recibimos el saludo de los trabajadores y se vendieron 45 ejemplares de Prensa Obrera.

Los trabajadores de Pilkington saben que cuando vamos a repartir un volante, lo hacemos de frente, con nuestros militantes a cara descubierta, no escondidos como hicieron los que tiraron ese papelucho.

¿A quién beneficia esta provocación?

A la patronal y la burocracia del sindicato que pretenden dividir a los trabajadores de Pilkington.

No es casual, justo ahora que se abre la discusión paritaria, intenten enfrentar a los compañeros entre sí.

Quieren correr el eje de la discusión, que en este momento pasa por el salario y las paritarias. Donde los trabajadores deben rediscutir los extenuantes ritmos de producción y modificar los premios, para que no tengamos que optar entre salud o un peso más para nuestras familias. Para que podamos ganar un salario digno y no tener que dejar nuestras vidas en jornadas de 12 horas dentro de la fábrica.

Simultáneamente, la burocracia ha echado a correr la versión de que realizaría una movilización para hacer entrar en la planta a una decena de congresales, carneros de la gran huelga, expulsados hace un año por los obreros y llevados por la patronal a un depósito exterior.

Es muy probable que los volantes y las pintadas apócrifas hayan sido realizados por la burocracia. La patronal tiene cámaras instaladas en la puerta de fábrica: ¿por qué no permite ver su contenido a la Comisión Interna de fábrica? Así develaríamos quiénes fueron los provocadores.

El Partido Obrero llama a la unidad de los trabajadores para enfrentar la discusión paritaria con toda la fuerza: que una asamblea de fábrica vote un reclamo común y un pliego de reivindicaciones y repudie el divisionismo burocrático-patronal.

• Por un 35% de aumento, sin cuotas e indexado.

• Fuera la burocracia carnera y propatronal.