Sin consultar a nadie, el plenario de secretarios generales de Ctera resolvió integrarse institucionalmente a la tregua antiobrera de la CGT, la que de todas formas viene acompañando desde hace más de un año.

 

Los diarios de hoy lo destacan: “Uno de los datos salientes fue el acercamiento entre la CGT y la CTA que conduce Hugo Yasky, quien participó del acto, (algo) impensado hasta hace pocas semanas” (La Nación, 10/2).

 

Los anuncios del plenario de secretarios generales de Ctera, que se realizaron en el histórico salón Felipe Vallese de la CGT, efectivamente, no pasan de una amenaza para rescatar la política de tregua de Sonia Alesso y Roberto Baradel: “Impulsar el no inicio (de clases) si no se convoca a la paritaria nacional”. La única medida efectiva será sumarse a una marcha de la CGT para el 7 de marzo, luego de que todos los despidos en curso se hayan efectivizado por parte de las patronales.

 

Y aunque se concretara el paro docente en reclamo de la paritaria nacional, con que Ctera amenaza para el próximo 6 de marzo, se trataría de una medida aislada y sin continuidad.

 

El gobierno de Macri y Vidal, con el apoyo de todos los gobernadores, incluidos especialmente los del FpV y el PJ, ha lanzado una ataque histórico contra la escuela pública y los docentes:  retroceso salarial que ancla los sueldos del magisterio por debajo de la línea de pobreza; reducción del presupuesto educativo; eliminación del Estatuto del Docente (Item Aula de Mendoza, tablita de enfermedades de Santa Fe, etcétera); destrucción de los regímenes jubilatorios establecidos a partir de mayores aportes en nuestras cajas (Tierra del Fuego, Córdoba, Santa Fe, Santa Cruz, Buenos Aires,  etc.);  eliminación de la estabilidad laboral para los estatales anunciada por el Ministerio de Modernización, que es un primer paso para avanzar contra el resto de los empleados públicos; salario por mérito y “productividad”; achicamiento de la formación docente nacional cerrando mil de los 1300 Institutos de Formación Docente que existen hoy; y la lista sigue.

 

Es uno los aspectos centrales del plan de ajuste  que le exigen a Macri y a los  gobernadores el gran capital: cerrar el rojo  fiscal producido por el derrumbe económico, el pago de la deuda externa, los subsidios a los empresarios, la eliminación de las retenciones a costa de los trabajadores. Apuntan a eliminar los convenios colectivos de trabajo, reducir drásticamente las jubilaciones y aumentar la precariedad laboral.

 

No hay ningún plan de lucha

 

La amenaza de un paro condicionado a la convocatoria de una paritaria que no resuelve otra cosa que un salario inicial de pobreza es, claramente, una ratificación de la política de tregua de la burocracia de la Celeste, que ahora fue a pedir respaldo al triunvirato cegetista del ajuste.

 

Las “resoluciones” de Ctera hechas públicas en el “Felipe Vallese” no plantean monto salarial, ni defensa de las jubilaciones, ni pago en término de los salarios adeudados por Alicia Kirchner en Santa Cruz, ni fin de las exoneraciones y ataques a los docentes de Tierra del Fuego, ni defensa del Estatuto (el convenio laboral docente) ni nada.

 

Tampoco plantean, por supuesto, el repudio al acuerdo del cegetista Andrés Rodríguez, que habilitó el acuerdo del 18 por ciento que impulsan macristas y gobernadores. Ni mencionan el acuerdo que suscribió la burocracia sindical petrolera en Neuquén y que implica un salto en la flexibilización laboral en el sector (un modelo que podría ser imitado en otros sectores).

 

En la  declaración no se denuncia la liga del ajuste conformada por los gobernadores para imponer un salario por debajo del 18 por ciento de aumento, como proponen Macri y Vidal. Al revés, se respalda a los gobernadores.

 

Sergio Romero, referente de la UDA, se sinceró al afirmar que tanto la Ctera como los otros cuatro gremios de representación nacional quieren la paritaria nacional para defender su lugar como administradores del conflicto y porque allí "se incluyen compensaciones para las provincias y si el acuerdo no se firma esos fondos no están asegurados" (ídem).

 

El resto de las resoluciones son un reaseguro para Macri y los gobernadores: conformar un Frente Educativo Nacional de los sindicatos mencionados bajo la protección de la CGT, esto para regimentar la inevitable lucha de los docentes en todas las provincias.

 

Tribuna Docente llama a rechazar este frente reaccionario de la CGT y la Ctera. Reclamamos plenarios de delegados de base con mandato en todas las provincias.

 

Los sectores combativos y antiburocráticos de la docencia tienen la gran tarea de convocar a un encuentro nacional opositor, para organizar el no inicio y un plan de lucha con continuidad, por $15000 de básico, paritarias sin techo, defensa del estatuto docente y de las jubilaciones, por un paro nacional ya de la Ctera y de la CGT para quebrar el ajuste en curso.