Que Ctera rompa con el gobierno: plan de lucha por 4.000 pesos de básico

El ataque de CFK a los docentes es contra todo el movimiento obrero

La diatriba de Cristina contra los maestros, con los argumentos tradicionales de la derecha “neoliberal”, ha encrespado al gremio en las escuelas. El choque del kirchnerismo con uno de sus principales aliados es consecuencia directa de un régimen que busca contener todos los salarios a partir de los maestros. La Presidenta reivindicó la prioridad de la deuda externa por referencia a la inversión en ferrocarriles o educación.

Una diferencia de 200 pesos para fijar un inicial de miseria (los 3.100 pesos reclamados por la burocracia yaskysta) se convirtió en una cuestión de Estado, porque el gobierno nacional no está dispuesto a poner el dinero complementario que reclaman las provincias para bancar ese inicial. Por caso, en la provincia de Buenos Aires, según los funcionarios de Scioli, “complacer el pedido de un aumento de casi el 30% representa un gasto extra de 15 mil millones de pesos”, que no piensan sufragar.

La tendencia de lucha que recorre a la base ha obligado al sindicalismo de la Ctera, el más “cristinista”, a convocar a su primer paro nacional por reclamo de salarios de los últimos diez años. El repudio unánime al ataque presidencial incluyó hasta a sectores “súper K” de la docencia, como la Naranja (orientada por D’Elía), amén de Roberto Baradel (Suteba) y de Stella Maldonado (todos a contramano del apoyo público que le dio al discurso gorila de CFK Martín Sabbatella). Por arriba y por abajo, se revoluciona Ctera y aparece una crisis de su dirección. El paro, luego del discurso presidencial, fue objetiva y subjetivamente en defensa del estatuto del docente y contra la superexplotación en dobles cargos y ante aulas enormes en las que el docente absorbe la crisis social de los alumnos y sus familias.

Un férreo frente de Binner con Cristina

El ataque a la docencia tuvo al binnerismo como el principal aliado de CFK. Al gobernador de Santa Fe, Bonfatti, los maestros de su provincia le rechazaron los 4.000 pesos de inicial que ofreció, y le votaron 48 horas de paro por tres semanas seguidas. Binner-Bonfatti aplaudió todo el contenido del discurso antiobrero de CFK. Para Bonfatti, la Presidenta “repasó la situación macroeconómica con cifras inobjetables, tomó como ejemplo el caso de Santa Fe en la paritaria docente y mencionó el rechazo a nuestra oferta salarial”. Por esta razón, la CTA de De Gennaro y Micheli, la CTA de Binner y del FAP, en medio de la enorme crisis del sindicalismo cristinista, fue un cero a la izquierda, desnudó el carácter divisionista y estéril de su planteo de formar una Ctera paralela, un aparatito de lucha faccional contra sus ex socios, que no aportó nada hasta aquí ante semejante ascenso de la lucha.

Desde abajo, un nuevo rumbo: que Ctera rompa con el gobierno

Que Ctera convoque al paro de 72 horas, junto al resto de las provincias. Por un congreso de base de la docencia para decidir, y plenarios de delegados de escuela en todas las provincias, por 4.000 pesos de básico, 30% de aumento en todas las categorías, fin de los topes a las asignaciones familiares, fin del impuesto al salario, no al tarifazo.

En esta perspectiva hemos sido convocantes del Encuentro Docente opositor de la provincia de Buenos Aires, y desde allí hemos convocado a participar masivamente del Encuentro Nacional Docente llamado por las diez seccionales opositoras de Aten (Neuquén). El encuentro neuquino será escenario de una disyuntiva: o enredarse en el emprendimiento divisionista de Ctera de parte de la CTA Micheli y de sus seguidores dentro de Ctera, o adoptar una política para recuperar Ctera, rompiendo con Binner, Cristina y todo el ajuste, por un plan de lucha de Ctera.