Sindicales

7/7/2007|894

¿Qué hacer frente a la entregada?

Docentes de Catamarca


En Catamarca, luego de cuatro semanas de huelga docente por un aumento salarial, con la enorme combatividad puesta de manifiesto por los docentes del interior que cortaron las rutas en Santa María y Belén (bloqueando el paso a los camiones del pulpo minero que explota el yacimiento Bajo la Alumbrera, que extrae 300 kilos de oro diarios) y llevaron adelante movilizaciones importantes en Tinogasta y Recreo, la dirigencia burocrática de Ateca reunida con una decena de delegados del interior, sin mediar consulta alguna con las bases en lucha, tomó la decisión de aceptar una oferta miserable del gobierno y levantar la lucha.


 


Ateca decidió aceptar la miserable propuesta de elevar el índice salarial de 1,10  a 1,30 peso y pasar un par de adicionales a sumas bonificables. Traducido, la docencia tendrá un promedio de 35 pesos de aumento.


 


La burocracia se apresuró a levantar la lucha para abortar un proceso a la salteña, donde la docencia, al compás de masificar y radicalizar las acciones, avanzaba en la organización desde abajo dirigida a poner bajo control de las propias bases docentes el proceso de lucha. Así lo testimoniaban el surgimiento en la Capital de docentes autoconvocados por fuera del gremio, o la participación creciente de los padres y alumnos de institutos terciarios que se hacían presentes en los cortes y movilizaciones. Pero también la burocracia la levanta para evitar el proceso de generalización de la lucha salarial, en la que los trabajadores de la salud vienen haciendo punta planteando la necesidad de coordinar los reclamos y una lucha única en toda la provincia. A través de asambleas, pronunciamientos y coordinación, se debe preparar el relanzamiento de la lucha, superando la traición burocrática.