Sintermetal está parada por decisión de la patronal, que declaro el lock-out ante la lucha de sus trabajadores. Los compañeros hace una semana acampan en la puerta, en un clima de enorme combatividad y camaradería, en las peores condiciones climáticas (la mayoría de los huelguistas están con gripe). Se han dado una ejemplar organización.

La patronal quiere imponer jornadas que desconocen el descanso dominical y nocturno (6x 2), sin compensación adecuada a cambio. Los compañeros reclaman que los sábados y domingos se paguen al 100 por ciento. La mayoría de los 150 trabajadores son mujeres, lo cual hace doblemente penoso ese horario.

Después de años de años de atropellos de todo tipo –-especialmente a las compañeras– hubo un proceso de organización y lucha, que tenía más que molesta a la patronal. Hace un año hubo duras medidas que incluyeron piquetes y terminaron en una victoria.

La patronal implementó ahora el “6×2” sin ningún acuerdo salarial previo y los compañeros resolvieron paros de dos horas por turno. Una semana después, la patronal impidió el ingreso de los compañeros y despide a 70 trabajadores. Tres días más tarde anuncia el cierre de la planta.

La UOM dice que apoya a los compañeros, pero se niega a que representantes propios participen de las negociaciones. Esto a pesar de que así lo resolvió la asamblea. En declaraciones al diario La Auténtica Defensa, el dueño de la fábrica dice que no comprende el conflicto ya que estaba todo “consensuado” con la UOM.

Ante la gravedad que ha tomado el conflicto, la UOM debe convocar de inmediato a un congreso de delegados que resuelva poner a todo el gremio para asegurar el sostenimiento material del conflicto, medidas de solidaridad en el resto de las fábricas y resolver que al primer intento de sacar una sola máquina, se proceda a la ocupación y reclame la expropiación y entrega dela planta al control y gestión de los trabajadores.