Sindicales

22/5/1997|540

Que se vuelva a convocar a la Asamblea Popular

Al día siguiente del levantamiento del corte de la ruta 34, el gobernador Romero viajó con parte del gabinete a la ciudad de Tartagal para reunirse con la Comisión de Vecinos. En forma separada se reunió con los representantes del sector de los piqueteros, y luego con otros sectores de la Comisión. Anunció que intervendría los municipios de Tartagal y de Gral. Mosconi, derivando en ellos la responsabilidad por la crisis social en el departamento.


Llamó también a formar 4 comisiones para estudiar las distintas problemáticas planteadas en la plataforma votada por la Asamblea Popular. A los piqueteros les planteó que iba a habilitar 1.000 puestos laborales en forma inmediata. Paralelamente, se conocía la posición del nuevo directivo, a nivel nacional de YPF, de que iban a habilitar puestos laborales que no se correspondiesen con sus planes productivos, y que el tema de la desocupación lo debía resolver el gobierno nacional.


En concreto, el gobernador ha iniciado una operación política que apunta a desconocer lo pactado en el acta del día 14, que establecía que luego del levantamiento del corte lo único que faltaba era poner la firma del gobernador. Se pretende ahora volver a foja cero, porque todo pasa a ser revisado, mientras se maniobra para dividir a los miembros de la comisión vecinal y se desmoviliza al pueblo que deja de deliberar y resolver por medio de su Asamblea Popular. La intervención a los dos municipios persigue dos objetivos: reemplazar al intendente de Tartagal, inservible para contener la rebelión, y golpear a la oposición patronal que coqueteó con la lucha; y por el otro, tener bajo control la administración de los puestos laborales del plan ‘Trabajar’, para usarlos como herramientas de manipulación y regimentación políticas.


Para el mismo sábado 17, los docentes autoconvocados se volvían a reunir para balancear la situación. En general, cunde la incertidumbre y la percepción de que las cosas se dilatan.


Se plantea, para el porvenir del movimiento, que la Comisión se vuelva a reunir y que convoque a la Asamblea del pueblo, para emplazar al gobierno a que le ponga la firma a todas las reivindicaciones arrancadas con la pueblada.