Sindicales

29/2/1996|483

Quiebra en la burocracia de la UTA

El Consejo Directivo Nacional de la UTA se ha fracturado en dos. Babino, ex mano derecha de Palacios, que dirige la Mutual “10 de Enero”, ha denunciado un desfalco contra la Obra Social, que ésta “le cortó (a la Mutual) todos los servicios médico asistenciales y farmacéuticos, dejando a la deriva a miles de compañeros”.


Babino y sus seguidores denuncian ahora, tardíamente, “el negocio de los que dirigen la Obra Social (Fernández-Palacios)… que vaciaron primero y entregaron después a dos clínicas, que antes de tomar la concesión exigieron que se cierren UTA Avellaneda, UTA Paraguay y el Materno-Infantil de Villa Martelli” (de un volante de mediados de febrero, firmado por “trabajadores y delegados asociados a la Mutual 10 de Enero”). Los denunciantes se preguntan “qué es lo que te impide (Fernández y Cía.) defendernos, por qué nos pagan cuando quieren, nos echan, nos toman por contrato, nos quitan el toma y deje, nos inhabilitan, y cuando paramos para defender nuestros derechos vos mandás a tus secuaces a desinflar para que levantemos el paro…” (de un volante sin firma de principios de febrero, que la mayoría del Consejo adjudicó a Balbino).


Como solución al desfalco, Babino recurrió al expediente, sin consultar a nadie, de aumentar la cuota casi al doble (de 20 pesos a 38 pesos) “para darnos una cobertura digna” (del primer volante). Con salarios que promedian los 600/650 —y que las patronales quieren rebajar (¡El Halcón!) —esto significa que el 10% del magro salario se va para la atención de la salud, un caso único en el país (a los 38 pesos hay que sumar el 3% de aporte obligatorio).