Sindicales

17/5/2012|1222

¿Quién defiende al Bauen?

Sobre el Bauen, una empresa recuperada, planea la amenaza del desalojo y la reprivatización. Existe una orden judicial de desalojo desde noviembre. El ex dueño, en ese marco, ha reactivado la causa para que se haga efectiva la resolución.


El resto de las empresas autogestionadas evoluciona a una situación similar, a partir del veto de Macri a la prórroga de las expropiaciones. Ha habido una escalada de pedidos de inconstitucionalidad de las expropiaciones, los que contaron con la conformidad de la justicia.


El gobierno nacional, por su parte, ha ido soltándole la mano a las recuperadas. El Ministerio de Trabajo acaba de cancelar la llamada "línea 1", un subsidio de 600 pesos.


De modo que la expectativa que abriga la dirección de la cooperativa del Bauen en una intervención salvadora del cristinismo es infundada. Existe en la Cámara de Diputados un proyecto de ley de expropiación que está fogoneado por Proyecto Sur y sectores marginales del kichnerismo. O sea que continúa el ninguneo del tema por parte de mayoría de la bancada kirchnerista, la cual sigue las directivas de la Casa Rosada.


El kirchnerismo cuenta con todos los resortes para sancionar la ley y resolver el problema, pero marcha en otra dirección política. La orientación del gobierno está sintetizada en la nueva ley de quiebras: el Estado se desembaraza de cualquier responsabilidad y las recuperadas son condenadas a lidiar con la patronal vaciadora y sus acreedores en el marco judicial del concurso. La nueva ley de quiebras no ha servido para modificar la situación judicial del Bauen, un dato que no debería pasar desapercibido para quienes batieron el parche -y lo siguen haciendo hoy- sobre sus bondades.


Frente al fracaso del arbitraje K ha vuelto a reflotarse la idea de "comprar" el hotel. Antes, es necesario saber de dónde saldría el dinero (estamos hablando de varios millones dólares). Esos recursos no van a provenir del Estado, que está embarcado en un ajuste. El gobierno K no tiene intención de poner fondos, sino de sacarlos -como está ocurriendo con los subsidios. Una "compra" sería una carga insostenible para los compañeros que ya, en la actualidad, llegan con grandes penurias a fin de mes. Una aventura de este tipo propiciaría el desembarco y asociación con un privado -o sea, en una reprivatización del Bauen.


La situación reclama un plan de lucha común de todas las recuperadas en torno de un programa y la unidad con el resto de la clase obrera en lucha. Allí está el verdadero aliado de las fábricas recuperadas.