Los trabajadores de Siderca rechazaron, a través de un plebiscito, la firma de un acuerdo de recomposición salarial (que proponía destrabar el pago de un premio de cierre de semestre), que incluía una cláusula de paz social por seis meses y habilitaba la discusión de un nuevo convenio por empresa. El plebiscito (1.028 votos por el No, 938 por el Sí) tiene doble importancia si se considera que la burocracia (Recúpero, Uom Campana) se empeñó por la aprobación del acuerdo y la interna se fracturó. “Hubo compañeros de la comisión interna que se dedicaron a informar mal a los trabajadores por lo que el No se impuso sobre el Sí, por lo que la empresa no va a pagar este premio hasta que no se llegue a un acuerdo sobre este punto” (Angel Recúpero, La Auténtica Defensa, 7/11).

La situación de Siderca

Los trabajadores han tomado la iniciativa en la lucha por el salario (cinco marchas internas masivas en los últimos dos meses), lo cual se reproduce en el resto de las grandes plantas siderúrgicas (Acindar, Siderar, Aceros Bragado). Todas ellas están trabajando casi al límite de su capacidad de producción, y sobre esta base existe una dura puja entre el reclamo por el salario y las condiciones de (mayor) flexibilidad que quieren imponer las patronales (Techint y Belgo Mineiro). Un capítulo especial de esta pulseada refiere al encuadre de convenio de los trabajadores de las plantas “tercerizadas”, que Siderca, en Campana, se niega a admitir.

El secretariado de la Uom ha dado, en forma sucesiva, tres pasos que llevan al reemplazo del convenio de industria por convenios de empresa. Primero, aceptó la discusión del convenio colectivo de trabajo, que no se renueva desde 1975; un convenio emblemático de los llamados “ultraactivos”, que impedían cualquier negociación a la baja de las conquistas adquiridas. Dos, acaba de aceptar “negociar la rama siderúrgica fuera del convenio 260 que firmara Lorenzo Miguel en 1975” (Ambito, 7/11). Tres, viabiliza la discusión del convenio por empresa, el gran objetivo de las patronales siderúrgicas, con la sola formalidad previa de un “convenio marco” para la rama. Recientemente, Siderca obtuvo un fallo favorable a un recurso de amparo, habilitando la discusión de un nuevo convenio por empresa y planteando que en ese ámbito sea considerado el viejo reclamo gremial de incorporación al salario básico de un 30%, planteado desde el año 1994 cuando la Rama 17 de la Uom concretó ese acuerdo y la Rama 21, siderúrgica, no llegó a acordar.

El planteo de Techint y Acindar recoge una aspiración de conjunto de la burguesía. El bloque que apoya el convenio por empresa no está integrado sólo por los Brunelli, Gdansky y Recúpero (el secretariado que hoy ejerce la dictadura en la Uom), sino también por la Cta (Uom Villa Constitución) y la Ccc, protagonistas de la Marcha del Acero (marzo 2002), en defensa de la devalución y “la industria nacional”.

Por paritarios electos y mandatados en asambleas generales, pliego único

Planteamos:

• Paritarios electos y mandatados en asambleas generales, pliego único y una coordinación de lucha frente a la discusión del convenio “histórico” del ’75.

• “Unión obrera” para recuperar la UOM: frente unido del activismo y las organizaciones que quieran empeñarse en poner en pie al sindicato referencial de la clase obrera.