Sindicales
23/5/1995|448
Quiénes son los estafadores
Seguir
El jefe de los “intocables” de la DGI Mar del Plata acaba de denunciar a las “cooperativas” del pescado, de “estafadoras laborales”. Su preocupación, naturalmente, no es el cuadro de superexplotación inenarrable que viven más del .500trabajadores empleados en las “cooperativas” y que fueron en su momento obreros permanentes forzados a renunciar a sus empleos y a “invertir” sus indemnizaciones en contratistas armadas por los propios pulpos pesqueros. La DGI está desesperada, ante el derrumbe del “plan” Cavallo, para recaudar más. Por eso, propone que las “cooperativas” que se encuadren como PYMES, paguen impuestos y “disfruten” del estatuto laboral recientemente aprobado.
Este estatuto arrasa con la indemnización —personal a prueba por 180 días puede ser echado sin “costo”— y permite relaciones laborales “específicas” (flexibilización) a través de “convenios propios” desgajados del resto de la industria.
La burocracia de Saravia, que forma parte de la corte duhaldista y ha sido cómplice del proceso de destrucción de las condiciones laborales del trabajador del pescado, colabora abiertamente en este nuevo proceso antiobrero.
La contracara de todo esto es el inmenso beneficio acumulado por los pulpos del pescado, que procesan la misma cantidad de toneladas de pescado que hace cinco años con la mitad de trabajadores, reciben un reembolso del 18% por las exportaciones y disponen de los beneficios de los acuerdos pesqueros internacionales.
Es la oportunidad de una campaña en defensa del convenio colectivo para todos, por el desconocimiento de los convenios por productividad y presentismo, por un básico de 5 pesos la hora, por la reducción de la jomada laboral a seis horas para absorba a los desempleados.