La última semana de enero, los trabajadores de la Planta II comenzaron un plan de lucha que incluyó paros en la planta, movilizaciones a la Planta I y cortes de ruta, para que la empresa haga efectivo el pago de un bono de 2.000 pesos que el sindicato acordó con la cámara empresaria. Ese pago debía efectivizarse en diciembre y los patrones lo estaban bicicleteando.

 

El sindicato y la comisión interna concurrieron al Ministerio de Trabajo, donde se presentó la empresa y se dictó la conciliación obligatoria. El 29, los trabajadores se encontraron con los portones cerrados. La empresa no los dejaba entrar, violando el acuerdo; a renglón seguido comenzaron a recibir telegramas de despidos 600 compañeros, sobre un plantel total de 1.100 trabajadores de Planta II.

 

Frente a esta provocación redoblaron su actividad y los bloqueos, logrando un acuerdo en el ministerio para que todos ingresen a Planta II en el marco de la conciliación.

Un dato a tener en cuenta es que Rasic tomó trabajadores en esta semana de conflicto para su Planta I, organizando el trabajo en el turno noche, para que sacaran parte de la producción que no hacía la Planta II y como forma de chantaje.

 

En el transcurso de las medidas de acción directa con los cortes de ruta, se apersonaron funcionarios del municipio de Ezeiza, ofreciendo su mediación para solucionarlo, coordinando una reunión con los trabajadores para el mismo lunes 2, al cual iban a invitar a la empresa.

 

La conclusión que sacan los trabajadores y algunos delegados (la nueva comisión interna fue elegida hace ocho meses), es que detrás de esta provocación está nuevamente el intento de despedir una cantidad importante de compañeros en un plan de restructuración patronal, que conlleva más flexibilidad y superexplotación.

 

El año pasado la empresa también envió centenares de telegramas y tuvo que recular por la resistencia firme de los compañeros, que fueron a un paro general y lograron que reingresaran todos a sus puestos de trabajo.