La Good Year ha despedido más de 600 trabajadores en los últimos meses. Se mantienen 130 operarios y 160 empleados (antes la proporción era de 3 a 1). Pasó de una producción de 7.000 gomas por día a 1.250. Los operarios son sometidos a cursos de ‘reconversión’ para imponer la célula japonesa de producción o sea un compromiso de los trabajadores como equipo a cumplir con aumentos de ritmos de trabajo, a costa de quedarse luego del horario y trabajar francos. Pretendieron rebajar el sueldo estableciendo una categoría tope e indemnizar esta parte de la rebaja salarial. Todo este andamiaje de superexplotación y despidos fue presentado como medidas para “mantener la fábrica produciendo en el país”.

Para llevar adelante esta sangría, contaron con el apoyo de la dirección sindical del Sutna (Cta), de neto corte aliancista. Colocaron como objetivo la indemnización y el cobro en la Anses del seguro al desocupado y transformaron al sindicato en una oficina de ésta. En la única asamblea que convocaron ante la inminencia de los despidos, promovieron esta propuesta, cuando las cesantías estaban anunciadas desde febrero. Se negaron a hacer junto con el Sejana (sindicato de empleados) el acto del 1º de Mayo contra los despidos en puerta de fábrica y se negaron a hacer otro para el Día del Neumático. Dilapidaron la voluntad de lucha de los obreros de la planta, que pararon masivamente en la ‘jornada’ de la Cta.

Hablamos con Abel Pradel, delegado del Sejana, sobre la situación actual. Nos planteó lo siguiente:

“Luego de los cientos de despidos sin promover ningún tipo de lucha, la asamblea del 3/9 impuso el rechazo del plan patronal de rebaja salarial y cambio de convenio y echó por tierra la variante insinuada por‘algunos dirigentes’ de que todos fueran echados, indemnizados y recontratados. Se resolvió un paro que hizo retroceder a la patronal, que tuvo el apoyo de la directiva, si bien a las 24 horas llegó la conciliación obligatoria.

“¿Qué explica este cambio de actitud de los dirigentes del Sutna? Está corriendo un pronunciamiento de obreros del neumático promoviendo la renuncia de la cúpula del sindicato por la política que han tenido frente a los despidos y el aumento de productividad en las fábricas. En Firestone, se acaba de reincorporar a 50 despedidos parando la planta. Los dirigentes estarían negociando un ‘retiro ordenado’.

“Lo que revela el paro en Good Year es que había posibilidades de frenar los despidos. Sólo bastaba la propuesta del sindicato de luchar para impedirlos”.