Sindicales

10/8/1994|425

Rebelión en Cormec (Sevel) de Córdoba

Cuando el jueves 4 los trabajadores cobraron la quincena, se dieron cuenta de los reales alcances de la traición de la burocracia de la UOM. No sólo no había un peso de aumento sino que, además, el descuento de los días de paro se llevaba más del 60% del salario.


Inmediatamente (eran las 10 horas) una de las plantas se autoconvocó en asamblea y arrastró al resto de los trabajadores; cerca del mediodía, toda la fábrica estaba reunida en el playón, deliberando.


Las protestas y reclamos airados acorralaron a la CI, burocrática, que resolvió bajarse de la tarima para “descabezar” la asamblea. Los trabajadores tomaron la posta y sesionaron igual, resolviendo esperar al turno tarde. Cuando gran parte del turno tarde se sumó a la asamblea se decidió exigir a la directiva de la UOM que bajara a planta al día siguiente, que no firmara absolutamente nada con la patronal, porque los trabajadores no lo aceptarían, y que si no respondían a este requerimiento renunciaran o los trabajadores formarían un nuevo sindicato.


En la asamblea del viernes, Salusso, secretario adjunto, bajó a planta a informar que las negociaciones se “orientaban a conseguir” un 12% para repartir en 3 años, y que faltaba resolver las cláusulas de productividad.


La asamblea rechazó el 12%, exigió el 15% para este año, más 150 pesos no remunerativos para compensar lo perdido por los descuentos y rechazó cualquier compromiso de productividad. Cuando Salusso manifestó que esto último no dependía de él, ya que estaba en juego la posición del resto de las fábricas de Sevel, la asamblea respondió que los trabajadores de Cormec se debían retirar de cualquier acuerdo que no contemple lo resuelto allí.


Con esta posición se pasó a cuarto intermedio para el lunes.