Sindicales

4/8/2008|893

Rebelión obrera en Aeroparque

Abajo la burocracia sindical


La decisión del gobierno de Kirchner de privatizar Lafsa en favor del pulpo Lan Chile está enfrentando una dura resistencia de los trabajadores aeronáuticos, que ven amenazados sus puestos y conquistas laborales. En vísperas de la Semana Santa, el gobierno logró sumar la firma de APA (Asociación Personal Aeronáutico) al precario convenio que ya habían suscripto otros tres sindicatos, aceptando el traspaso de Lafsa a Lan. La empresa chilena firma este acuerdo “en nombre de” una filial argentina que aún no está constituida. La Secretaría de Transporte abrió una “lista voluntaria” de trabajadores de Lafsa que estén dispuestos a pasar a Lan. Deja afuera a los trabajadores de Southern Winds. La “lista” busca desarticular a los trabajadores con salidas individuales.


 


La firma del acuerdo por parte de la burocracia de APA desató una rebelión en Aeroparque: una asamblea de trabajadores de Lafsa repudió la firma del convenio y aprobó un petitorio propio frente al traspaso: allí, se exige el reconocimiento de la comisión interna de Lafsa como interlocutor frente al gobierno y a Lan, el rechazo a las “listas” y al trámite individual de adscripción a Lan; garantías de estabilidad laboral para los que no quieran pasarse a Lan, respeto de las funciones que realizaba cada trabajador, reconocimiento de la antigüedad y vigencia del convenio colectivo aeronáutico para todos los compañeros. El lunes 28, los delegados de base se trasladaron al Ministerio de Trabajo para entregar este petitorio. Una nueva asamblea, en la tarde del lunes, resolvió mantener el estado de movilización en Aeroparque hasta la nueva reunión que se realizará en el Ministerio de Trabajo el día jueves.


 


La acción de los compañeros de Lafsa empalmó con un movimiento salarial al interior de Aerolíneas: el mismo jueves santo, los compañeros de Aerohandling –maleteros de Aerolíneas- pararon por un 50% de aumento salarial, un reclamo que se está extendiendo a otros sectores de esta empresa. Semanas atrás, la patronal española intentó “responder” al acuerdo de Kirchner con el pulpo Lan con despidos de 300 contratados, algo que fue frenado por la acción obrera pero que dejó instalado un clima de intensa deliberación entre los trabajadores. En definitiva, lo que está en discusión es si el desastre que dejan los Maggio y Marsans será pagado por los trabajadores –con despidos y pérdidas de conquistas-, o si son los vaciadores capitalistas los que se tienen que ir. Por el salario, por la estabilidad laboral para todos los aeronáuticos, por la defensa de todas las conquistas, por la nacionalización de la navegación aerocomercial bajo control obrero.