El decano de Medicina de la UBA, Ferreira, y el director del Clínicas, Sanguinetti, han avanzado un escalón más en la aplicación del plan menemista de destrucción de la salud pública acordado con el Banco Mundial. Han adjudicado a la empresa Pampliega, por medio de una cuestionada licitación, el control de los sectores más rentables del hospital (quirófano, Cajas, farmacia, ambulatorios, estadística).

 

Al conocerse esta situación, la Comisión Interna tuvo que llamar a varias asambleas, que resolvieron guardias mínimas y convocaron a los medios de comunicación para que se hiciera pública la situación del hospital.

 

La CI, que integra la directiva de Apuba, planteó en la asamblea del 18/11 un acuerdo con el decano y el director del hospital, para garantizar la estabilidad laboral en las áreas afectadas, esquivando explicar en qué condiciones laborales y si implicaba un levantamiento de las guardias mínimas. Ante los rechazos a la ‘privatización’ por parte del activismo, argumentó que había dos formas de luchar; una era parando el hospital, y la otra, impulsada por ellos, dar una respuesta inmediata a los compañeros amenazados y hacer un seguimiento legal de la empresa adjudicataria y de las irregularidades de la licitación. En la siguiente asamblea (20/11), la interna informa la firma del acuerdo, sin ponerla a disposición de los asambleístas, y el levantamiento de las medidas de fuerza. Esto generó que fuesen repudiados por muchos de los presentes, ya que las guardias mínimas las fueron boicoteando y las levantaron con anticipación.

 

Lo que viene

 

El paso adelante dado por los privatistas es sólo el comienzo; el plan requiere la destrucción total de la salud pública y la aplicación a fondo de la reforma laboral, con despidos masivos en la administración pública. La lucha de los trabajadores del PAMI refuta acabadamente a la burocracia, que afirma que “no se puede luchar contra esto”, y muestra a las claras los planes privatistas y liquidadores. El Partido Obrero plantea que se dé a conocimiento de los trabajadores el acuerdo firmado, y retomar la lucha contra la privatización y la reforma laboral, y por las reivindicaciones del hospital, ligando nuestra lucha con la de los trabajadores del PAMI y el conjunto de la salud pública.