Sindicales

13/7/2006|954

Reincorporación a Villamayor, Guineo, Baigorri, Mata

Las petroleras quieren imponer la ley de despido


La audiencia que acaba de realizarse en la Subsecretaría de Trabajo de Caleta Olivia por la reincorporación de Norma Villamayor, Carlos Baigorri y Esteban Mata, los tres petroleros despedidos de Oil M&S, ha sido reveladora.


 


La empresa “abrió” la audiencia ratificando los despidos. La burocracia petrolera no habló para defender a los trabajadores cesanteados sino para repudiar el comunicado de la Agrupación Marrón de Petroleros “Fuera la Triple A de los yacimientos” (reproducido en PO N° 953) que denunciaba, justamente, el maridaje entre la empresa y el sindicato. La tensión llegó a un punto extremo cuando los compañeros plantearon la posibilidad de retomar el piquete en la planta de Cañadón Seco si no se producía la reincorporación. La empresa propuso entonces una nueva audiencia para el jueves 13 de julio. La agrupación Marrón de Petroleros ha convocado para ese día a las 11 horas una movilización frente a la subsecretaría bajo la consigna: “Los petroleros o las petroleras”, que trata de explotar el eco que está provocando la lucha por la reincorporación de Norma y sus compañeros. Se han pronunciado Adosac, Judiciales, organizaciones de DDHH y se espera para las próximas horas el llamamiento del cuerpo de delegados petroleros de Las Heras.


 


La lucha por la reincorporación de los compañeros se da en un escenario de ascenso de las luchas en la provincia e inmovilismo político creciente del gobierno — que no ha logrado cerrar uno solo de los conflictos abiertos al momento del golpe de Estado contra Acevedo. El gobierno buscó garantizarle en su momento a Repsol, Pan American y demás operadoras la “paz social” en la zona de los yacimientos en Chubut y Santa Cruz con la militarización de Las Heras y los allanamientos y detenciones masivas. Al día de hoy seis compañeros siguen presos y Luis Guineo de Bolland, contratista de Repsol en Las Heras, no ha sido reincorporado a su puesto de trabajo por ser considerado “persona peligrosa” por la empresa y la jueza Ruata de Leone.


 


Los despidos de Norma y sus compañeros, como el de Guineo, expresan el intento de las petroleras de imponer la ley del despido, una “atribución” que perdieron en los últimos años por la lucha obrera en los propios yacimientos y la acción de los piquetes de desocupados exigiendo puestos de trabajo.


 


Reincorporación a los compañeros, libertad de los obreros presos y nulidad de las causas a los luchadores.