Sindicales

6/5/2004|849

Reincorporación de los trabajadores despedidos por la burocracia ongarista

Con la decisión de proceder a 13 despidos en la OSPG (Obra Social del Personal Gráfico), luego de las elecciones gremiales, despidiendo entre otros a los dos compañeros que se presentaron como candidatos por la Lista Naranja, que cuentan con fueros gremiales, la burocracia ongarista se ha creado un problema gigantesco.


El plan de lucha votado por los despedidos y la Naranja arrancó muy fuerte, con la instalación de un acampe de los despedidos que exigen su reincorporación en la puerta de la OSPG.


El lunes 27/4 los compañeros despedidos, acompañados por Miguel Bravetti (secretario general de Interpack) y Sebastián Rodríguez (secretario de Organización de Morvillo), se entrevistaron con la comisión directiva del sindicato para reclamar su reincorporación inmediata. La burocracia, por boca de H. Amichetti (secretario adjunto del Sindicato), defendió los despidos como una decisión de la directiva en represalia por lo que llamó “las agresiones” de la campaña Naranja.


El martes comenzó el acampe. Los “ajustes” que aplica la burocracia a la salud de los gráficos se han convertido en un ingrediente adicional. Sucede que con el cierre de las clínicas zonales, la Clínica de Once concentra la atención de todos los trabajadores, incluidos los que viven y trabajan en las zonas más alejadas de la Capital Federal. La disposición a la lucha de los despedidos en defensa de sus puestos de trabajo recibe la solidaridad de parte de trabajadores gráficos y de los vecinos y negocios de la zona.


La burocracia es consciente de la indignación que crece en el gremio. Ha reaccionado con provocaciones patoteriles. Ismael Alli, un grupo de jubilados y unos 30 matones se lanzaron físicamente contra el acampe, encontrando una sólida resistencia de los compañeros.


La provocación tuvo respuesta inmediata con la concentración de unas 70 personas en el lugar, donde se improvisó un aguerrido acto en el que se hicieron presentes numerosos delegados gráficos, destacándose Leo Soule, secretario general de New Press, cuyo taller venía de conquistar la reincorporación de un compañero “represaliado” por la patronal. También hablaron compañeros de asambleas populares, del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y compañeros de Brukman. Hay que destacar la presencia de la Fuba y del Polo Obrero, y del compañero Néstor Pitrola.


La tarea de la hora es rodear de solidaridad a los compañeros despedidos, fortalecer el acampe, hacer circular con fuerza el pronunciamiento entre todas las organizaciones populares, llegar a cada obrero gráfico con la carta de los despedidos, y colaborar con el fondo de lucha para sostener y desarrollar con todo esta enorme lucha por la reincorporación y contra la burocracia sindical.


El plan de lucha recién comienza.