Sindicales

30/10/2008|1061

Renault Córdoba: La burocracia del Smata acepta los despidos

Por un acuerdo establecido entre la patronal de Renault y la burocracia del Smata Córdoba, 300 trabajadores contratados serán despedidos de la planta de Santa Isabel. Junto con esto, se acordó un parate de la planta con suspensiones durante 72 horas para adaptar la planta a la “nueva realidad”.

La burocracia de Dragún-Tello y compañía presentó estos despidos como “un triunfo”, porque se habrían evitado de esta manera 320 más, que era la pretensión declarada de la patronal. La perfidia la completó al señalar que los 300 despidos eran en realidad “300 suspensiones porque no bien se salga de la crisis” (??) los trabajadores serían reincorporados. Que no se trata de una suspensión lo muestra que no cobrarán el porcentaje salarial que fija el convenio para tal caso.

Este acuerdo del Smata fue aceptado por los cinco gremios que actúan dentro de la planta de Renault en Santa Isabel. El sindicato de Moyano está permitiendo el despido de los trabajadores de Cargo-Renault, no contabilizados dentro de los 300. Lo mismo sucede con los trabajadores de Polymont y Luba.

La política de tercerizaciones y contratos eventuales, que no protege contra la cesantía, volvió a dar réditos a la patronal.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál es situación laboral en la industria metalmecánica. Los despidos de los eventuales están a la orden del día en prácticamente todas las autopartistas y también en las terminales. El cierre del cuarto turno de sábados y domingos en VW dejó en la calle a los “turneros”, muchas de ellas mujeres, todos los cuales tienen contratos eventuales y a quienes las “contratadoras” les prometen una nueva ubicación.

La burocracia del Smata ningunea la crisis. Arregló el parate de la planta de San Isabel por 72 horas para mandar a los obreros a sus casas: dentro de la planta habían empezado a verificarse acciones de protesta. La burocracia de la UOM anda en la misma. Su secretario general, Augusto Varas, que es también legislador por el juecismo, dijo en la última sesión de la legislatura que la crisis era apenas una pequeña tormenta.

El gobierno y la burocracia están complotados con las patronales. El miércoles 22 votaron sobre tablas en la legislatura un convenio con Fiat por la cual se la exime de impuestos, pago de servicios y se le otorga subsidios por la promesa de inversiones. Meses antes se habían votado convenios similares con Iveco, Renault y VW. El gobierno colabora con la fuga de capitales a costa de las finanzas públicas. El juecismo se dividió en esta última votación, luego de haber apoyado los otros convenios.

Las patronales presionan con los despidos y las suspensiones para obtener del gobierno más subsidios e imponer una devaluación, con el cuento de obtener “ventajas competitivas”.

Frente a esta situación, la única salida es la intervención directa de la clase obrera. Por eso hay que organizar e impulsar las asambleas de fábrica que unan a los trabajadores efectivos, contratados, eventuales y tercerizados en un programa común: ni un despido ni una suspensión; reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; comisiones de control obrero para proceder al empadronamiento de todos los trabajadores de la planta, la reorganización del trabajo y una eventual reconversión; aumento inmediato de salarios con un mínimo igual a la canasta familiar; estatización sin indemnización de las empresas que despidan o cierren poniéndolas bajo el control obrero; nacionalización de la banca y del comercio exterior.