El Hospital Posadas viene librando una importante lucha en el Oeste del Gran Buenos Aires.

A las movilizaciones y asambleas efectuadas contra el recorte y la intervención privatizadora, se le sumaron la notoriedad alcanzada por la represión policial, hace ya un mes, y otros hechos, como amenazas a varios compañeros, asalto con rehenes a la Escuela de Enfermería y el atentado contra la compañera Aurora Ríos, enfermera, docente y elegida por asamblea para participar en todas las instancias de la lucha como representante de los trabajadores del hospital. Dialogamos con ella.

¿Cómo se produjo el atentado?

Me estaban esperando en la puerta de mi casa varios desconocidos en un coche, me apuntaron con arma de fuego, me persiguieron, me encerraron; perdí la dirección de mi auto y choqué contra una columna. Atontada por los golpes recibidos, fui observada por estos delincuentes, que luego se retiraron. A los pocos minutos, el auto se prende fuego.

¿A qué lo atribuye?

Este hecho ocurrió en el momento más álgido del conflicto y se debe a las mafias que quieren seguir controlando el hospital. Sin ninguna duda, es contra la lucha del conjunto.

¿Qué respuesta tuvo de sus compañeros?

Hubo muy buena respuesta. Si lo que perseguían era amedrentarnos, no lo consiguieron; al contrario, hay que enfrentar todo esto y no dar un paso atrás, avanzar en la lucha con una mejor organización.

¿Qué piensa de las resoluciones de la Asamblea Nacional Piquetera?

Es un gran paso adelante la unidad alcanzada por las distintas organizaciones en este movimiento; tenemos que participar de su plan de lucha, hay que instalar esta alternativa entre los trabajadores ocupados. Este es el camino.