Río Turbio: pueblada bloqueó la llegada de Gendarmería

El conflicto, en una fase decisiva

Unos mil trabajadores y vecinos bloquearon, en la noche del lunes 5, el paso de la Gendarmería en el puente que cruza el río Turbio sobre la ruta 40, a escasos metros de la monumental estructura de la usina, cuya construcción está parada desde hace años. Los 125 gendarmes y un carro hidrante debieron replegarse ante la pueblada, y el pueblo festejó esta retirada, que es provisoria. Es la segunda vez que el gobierno ordena el repliegue de Gendarmería ante la movilización de trabajadores y vecinos: el viernes anterior habían llegado a unos 300 kilómetros de la localidad y luego retrocedieron.


Por la mañana, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, reunido con los sindicatos, había dado un ultimátum: nada de reincorporar a los despedidos, caducidad del contrato con Isolux por la usina y compromiso de reanudar esa obra, a condición de que se proceda a una “reestructuración”, que significa reducción del personal y negociación a la baja de un nuevo convenio colectivo de trabajo (reducción directa de salarios y la renuncia a varias cláusulas de convenio, como pasajes vacacionales, reintegro de impuesto a las Ganancias y bonificación anual, entre otros). Horas después de este ultimátum, ocurrió el envío de Gendarmería. En este marco, los interventores pretenden mantener abierto el retiro voluntario hasta el 31 de marzo.


La reducción de personal se estima que alcanzará a unos 700 trabajadores, y existe una complicidad de la que se habla poco: ha sido el voto del PJ en el Congreso el que viabilizó el achicamiento violento del presupuesto de YCRT. Ahora, el gobierno provincial de Alicia Kirchner se rasga las vestiduras y hasta ha enviado un contingente de la policía provincial a Turbio con el argumento de “proteger” la integridad de los mineros ante una eventual acción de la Gendarmería. La asamblea ha recibido con escepticismo esta “ayuda” de una policía que, en diciembre pasado, reprimió en la Cámara de Diputados, para hacer pasar el Pacto Fiscal, hiriendo seriamente a una docente.


La indudable responsabilidad del kirchnerismo en la crisis de YCRT es el espantajo que agitan el interventor Omar Zeidán, Eduardo Costa -el hombre fuerte de Cambiemos en Santa Cruz- y Aranguren. El mismo día lunes se detuvo por causas de corrupción al intendente de Río Turbio, Atanasio Pérez Osuna, quien fuera interventor de YCRT, y se pidió el desafuero del ex intendente y actual jefe de bancada del PJ en la Legislatura provincial, Matías Mazú.


Los mineros tomaron con indiferencia estas noticias, que intentan enlodar la lucha minera contra los despidos y el ajuste. Se concentraron en frenar la llegada de la Gendarmería y lo lograron. Nada tiene que ver la justa lucha de los mineros con los enjuagues de las camarillas que el kirchnerismo puso a dirigir YCRT.


Se aguarda para las próximas horas la realización de una asamblea general, que deberá adoptar decisiones fundamentales para continuar la lucha por la reincorporación de los despedidos. Los trabajadores luchan por abrirle una perspectiva de futuro a la empresa carbonífera, reincorporando a los cesanteados y exigiendo la puesta en marcha del complejo carboeléctrico, sin anular derechos de los trabajadores.


Desde el Partido Obrero apoyamos las medidas de acción que desarrollen los trabajadores de YCRT y proponemos movilizar a toda la población en apoyo a la causa de los mineros que es la causa de todos. Vamos por la asamblea popular comunitaria y un plan de lucha que unifique los reclamos.