Sindicales

1/8/1996|504

Robert Bosch por el paro activo

La indignación por los decretos anti-salariales, conmovió a la fábrica hasta los cimientos. Compañeros que después de la traición del Plan de lucha de la UOM del ´94, no quisieron saber más de movilizaciones, se anotaron sin vacilaciones para concurrir el 26. Aun quienes no venían, veían con simpatía la marcha.


Si la movilización se veía como justa, muy rápido se generalizó en fábrica la idea de su insuficiencia y la necesidad de un paro activo, y algunos compañeros defendían la idea de la huelga general.


Concurrimos en un micro 25 compañeros de R. Bosch y algunos delegados opositores a la comisión directiva, junto a 6 delegados de la lista azul (oficialista).


Durante el viaje se coreaban consignas antigubernamentales y ya en la Plaza nos encolumnamos detrás de un cartel firmado “Metalúrgicos de San Martín”.


Desde el vamos, los compañeros manifestaron desconfianza en los oradores. Primero fueron los comentarios de rechazo al toque clerical: “No vinimos para esto”. Después, la oposición a los intentos de ‘peronizar’ la propuesta: “No tengo nada contra Evita, pero que lo hagan a otra hora”, protestaba un compañero. Cuando alguien repartió en la Plaza un volante reclamando Paro Activo, la respuesta de un compañero fue “para eso vinimos”. Rápidamente, la columna matalúrgica comenzó a corear Paro Activo y se fusionó con un grupo de jóvenes (¿de dónde serían?) que pusieron sus bombos al servicio de la consigna.


Nos fuimos de la Plaza con la sensación de estar haciendo historia, no de que nos hubieran usado —a diferencia de otras veces—, porque había una consigna por la cual pelear.


La presencia organizada de trece delegados y ex-delegados de la seccional, contrasta con la parálisis de la UOM. Esta contradicción debería reflejarse en una lista de oposición a la burocracia en las próximas elecciones de la UOM. Esta es la tarea.