Los municipales de Moreno cobran un salario de pobreza. Su básico, de hecho, es de indigencia porque ronda los $25.000. La semana pasada se abrió la mesa de discusión paritaria por el aumento salarial de este año. Mariel Fernández, la intendenta del Frente de Todos, ofrece 27% en 3 cuotas.

Salvo por el dibujado presupuesto nacional, no existe ningún pronóstico que gire alrededor de ese 27%. Tan sólo en el primer trimestre de este año la inflación fue de la mitad de ese ofrecimiento, augurando un 50% anual. La propuesta que presuntamente persigue el Sindicato de Trabajadores Municipales de Moreno (SITRAM) (35%) es sumamente escasa. Una cifra que no le consultaron a ningún trabajador.

La canasta básica total, por debajo de la cual se mide la pobreza, en marzo ascendió a $60.000. Ese tiene que ser el salario mínimo de un municipal de Moreno.

Es muy grave lo que propone Ariel González, secretario gremial del SITRAM “…una de las medidas que hay que tomar urgente…es pasar progresivamente a todos los compañeros a las 40 horas, al menos tomar un criterio para que en los próximos años esto suceda…” (Desalambrar, 20/4). ¡Gravísimo! Hoy los municipales trabajan 6 horas diarias (30 horas semanales). Esta burocracia sindical, en lugar de luchar por un salario acorde a lo que cuesta vivir dentro de ese régimen horario, plantea trabajar más (¡8 horas diarias!) para cobrar más. “…no es algo que te dan de más sino que vos trabajás esas dos horas más diarias”, agrega González sin ponerse colorado frente a semejante posición entreguista.

Es importante reflexionar sobre el rol de adaptación de esta burocracia sindical al gobierno de Mariel Fernández. Los trabajadores municipales de Moreno necesitan reclamar la ruptura del sindicato con el gobierno y la convocatoria a asambleas para resolver y deliberar colectivamente.