El 1° de abril, una gran movilización recorrió las calles de Salta reclamando el juicio y castigo a los culpables de la brutal represión de la policía de Romero ocurrida en abril de 2005, en medio de una histórica huelga provincial, cuando docentes autoconvocados y otras organizaciones nos encontrábamos acampando en la plaza central de Salta.

 

A pesar de la copiosa y constante lluvia, una columna de más de dos cuadras y media, compuesta por agrupaciones docentes, partidos políticos y organizaciones sindicales, marcharon hacia la plaza. La de Tribuna Docente fue acompañada por gran cantidad de docentes simpatizantes. Además fue trascendental la presencia de compañeros del Partido Obrero, del Polo y la UJS que constituimos una de las columnas más importantes, que era rodeada por los piqueteadores de Prensa Obrera.

 

En el acto se expresó la solidaridad con los docentes de Neuquén y el repudio a la represión y las provocaciones de ese gobierno. También la solidaridad con el pueblo y los docentes de Tartagal por la situación de desastre que viven, con responsabilidades de Kirchner y Romero.

 

Norma Colparí, por Tribuna Docente, planteó que la represión se desató porque los autoconvocados golpearon uno de los pilares de Romero: la burocracia sindical. Nuestra denuncia a la “mesa de diálogo” propuesta por el gobierno, caracterizada como una vía muerta para lograr reclamos salariales y nuestra crítica a los que en la asamblea provincial de autoconvocados (ATE y sectores de la lista Naranja) impulsaron el levantamiento del paro en nombre de la “participación” en esta mesa, produjo una fuerte delimitación.