Los trabajadores del Hospital Central de San Isidro, el miércoles 22, estuvieron realizando un corte, reclamando la incorporación de cuatro trabajadores a quienes no les renovaron el contrato desde la dirección del hospital, por denunciar la falta de equipos de protección correspondiente ante el Covid-19.

Estos despidos forman parte de un sinfín de atropellos a las condiciones laborales en el hospital, donde los trabajadores de la salud ponen una vez más de manifiesto la escases y falta de insumos, que los equipos de protección personal con los que cuentan no son los adecuados o incluso que las máscaras con las que cuentan son de plástico y no pueden descartarse por que se quedan sin stock, por lo tanto las descontaminan ellos mismos y las vuelven a usar. Para acceder a materiales hidrorrepelentes la mayoría tiene que comprarlos por cuenta propia. A su vez, denuncian salarios de miseria, ya que  el sueldo de una enfermera se encuentra en los $25.000, lo cual no llega a cubrir la canasta básica familiar. Solo una mínima parte se encuentra en planta permanente y todavía no se cobró la totalidad del bono para el personal de salud.

Esta situación contrasta con la manipulación que el intendente Gustavo Posse viene haciendo con la información sobre la cantidad de casos. Se jacta de llevar acabo los testeos y cumpliendo con un protocolo excepcional e incluso hizo referencia a que es “injusto someterse a situaciones de encierro, porque el municipio tiene una baja densidad de población” por lo que permite la apertura de diferentes actividades. ¡Una barbaridad! ya que el propio intendente, junto con el secretario de Salud, Juan Viaggio, manifestaron que el municipio ha llegado a un 72% de ocupación de las camas de terapia intensiva e incluso a un ascenso de las cifras a un 100% en las camas destinadas al tratamiento de Covid-19, dejando de manifiesto el colapso en el sistema de salud. Se trata de uno de los municipios con mayor cantidad de casos.

La lucha que llevan a cabo los trabajadores de la salud por sus condiciones laborales, desde una apertura de la paritaria por un mejor salario, el pase a planta permanente del personal, el reclamo por insumos, hasta un verdadero protocolo de higiene, se inscribe en la lucha de los trabajadores de todo el país.

En este sentido, exigimos la reincorporación de los trabajadores, el pago completo del bono, por la apertura de las paritarias, por un salario que cubra la canasta familiar y el pase a planta permanente de todo el personal. Para esto, es de suma urgencia la aprobación de un impuesto verdadero a las grandes fortunas. Queda de manifiesto la necesidad de que se pongan en pie comisiones de control de seguridad e higiene que determinen estrictos protocolos y que controlen el cumplimiento de las condiciones de salubridad bajo el control de los trabajadores y la centralización inmediata del sistema de salud.