Sindicales

17/4/1997|535

Santa Cruz: comenzó a quebrarse el presentismo

El paro se preparó con asambleas el domingo en varias localidades. Aunque minoritarias, fueron significativas, porque organizaron a un conjunto de activistas e impulsaron el paro, a pesar del premio al presentismo.


Se convocaron actos en muchas localidades, se llamó a los padres a no enviar a los chicos a las escuelas y se convocaron asambleas en los colegios. El resultado fue espectacular, porque varios establecimientos de Río Gallegos y del interior mandaron a los chicos de vuelta, en tanto que en Caleta Olivia y Coronel Gregores los padres directamente no los enviaron. Lo más importante: la reacción de los jóvenes que se sumaron a los actos, que en muchos casos reclamaron a los docentes que se adhieran al paro y hasta realizaron manifestaciones propias en apoyo a Neuquén y contra el presentismo.


El paro tuvo un elevado acatamiento en Río Turbio y 200 personas asistieron al acto; una cantidad similar se dio cita en la localidad de 28 de Noviembre. En Calafate se realizó una marcha, y en Caleta Olivia, con un viento impresionante que impidió portar los carteles, se movilizaron 400 compañeros. El paro fue importante, también, en Deseado y en San Julián.


El acto de Río Gallegos fue muy significativo, más allá de las 400 o 500 personas que concurrieron, por la fuerza de los secundarios y por la marcha hasta el Consejo de Educación. Hablaron los pibes, protagonistas de la jornada junto a los docentes, y Miguel del Plá, secretario general de Adosac Río Gallegos, quien destacó que “nos hemos animado a decirle basta al presentismo” y “hoy, con esta movilización, comenzamos una lucha decisiva para que se incorpore al sueldo”.


La Adosac se convirtió en el centro aglutinador de los reclamos democráticos de toda la provincia.


No en vano, estos 18 partidarios de restituir los salarios robados no han hecho nada en ese sentido durante los 40 días de huelga. La burocracia de ATEN había aceptado, ya hacía varias semanas, sacarle el tema salarial a Sapag y desviar la atención del conflicto al tema de los talleres.


Pero 48 horas después de la firma del acuerdo traidor, la perfidia de la burocracia y de Sapag volvió a ser desenmascarada por segunda vez. Ocurre que para salvar el pellejo de la gendarmería y de su gobierno, el ‘turco’ se largó a prometer a los cutralquenses la creación de 1.600 puestos de trabajo, a razón de 200 pesos cada uno, sin pedir para eso permiso a la Legislatura, ni preocuparse por la partida del presupuesto que financiaría la promesa (dijo que la plata la sacaría del ‘Plan Trabajo’ del gobierno nacional … aunque luego también dijo que “el gobierno nacional no me da pelota”). Los inteligentes cutralquenses le rechazaron el planteo, sin vacilar, con la convicción de que partía de un mentiroso. Luego de esto, sería mejor que las Figueroas, Obregon y De Lucas fueran a tomar clases con los fogoneros, y no al revés.


Por todo esto, hay que rechazar el ‘acta-acuerdo’ y poner en el centro de los reclamos la restitución salarial.