Luego de la sangría de despidos, suspensiones, retiros voluntarios y “jubilaciones compulsivas” que se iban dando por goteo en los 2 últimos años, en los primeros días del 2018 una catarata de telegramas de despido se descargó sobre los obreros petroleros de Santa Cruz. Esto justo en el momento en el que el barril de petróleo superaba los 60 dólares y se anunciaban nuevos aumentos en los combustibles.

Trascendió que, sólo en YPF, habría 700 despidos en carpeta y, según denuncia la agrupación combativa de petroleros Ahonikenk, ya se encuentran desvinculados en AESA 43; Bolland 50; Prosepet 40; Lufkin 45, Baritu10; Crexel 20, SAI 60 y la lista continúa.

Dada la gravedad de la situación, el sindicato ha convocado a un paro por tiempo indeterminado desde la madrugada de hoy, que fue acatado masivamente. Los petroleros se apostaron en las entradas de los principales yacimientos y, en horas del mediodía, marcharon en sendas caravanas a entregar sendos petitorios a los intendentes de la zona.

Queda claro que la política de pactos y compromisos del gobierno provincial de Alicia Kirchner y la burocracia del sindicato petrolero nos ha llevado a una situación límite. El gobierno provincial y estos mismos intendentes apoyaron el “barril criollo” como subsidio a las operadoras y la Adenda que generó la Resolución 365, que golpea sobre las condiciones de trabajo. Con el gobierno provincial les rebajaron las regalías a las empresas; votaron el Pacto Fiscal, el endeudamiento el pacto social y la impotente Ley de Emergencia Hidrocarburífera.

Ni garantizaron las inversiones ni frenaron los despidos. No se puede confiar en ellos. La fuerza está en la movilización de los obreros y de toda la población.

Macri, Costa  y Aranguren junto a sus diputados que votaron la reforma jubilatoria, con la complicidad del PJ-FPV, que siempre buscó apaciguar la lucha obrera, pretenden que la crisis la siga pagando el pueblo trabajador.  

Desde el Partido Obrero, apoyamos la huelga petrolera, que solo debe ser levantada por mandato de una Asamblea General, donde puedan expresarse los compañeros despedidos.

Proponemos que mañana, a las 13 horas, la familia petrolera, junto a los vecinos de los pueblos petroleros, se movilice en caravana de solidaridad hacia los puntos de concentración donde se están manifestando los trabajadores.

Que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.

Reincorporación de todos los despedidos.

Apertura de los libros de las empresas.