Sindicales

23/9/1993|402

Santa Fe: La rebelión de los hospitales provinciales

La lucha de los hospitales se inició a fines de agosto cuando el gobierno de la Provincia no cumplió con un acta-acuerdo firmada en el mes de junio con la Directiva de Upcn. En ella se establecía el pago de una deuda, que había llevado a numerosos juicios, en cuotas de 80 pesos durante aproximadamente un año. Se acordó, además, un aumento de salario con la modalidad establecida en esa acta Nª 5 donde “los aumentos se darán sobre la base de los ahorros del propio ministerio de salud”, que en ese momento representaba 65 pesos. Con esta propuesta, firmada en el mes de junio, la Directiva de Upcn planteó levantar la lucha.


Este aumento, miserable, debía hacerse efectivo con el pago de agosto, lo que finalmente no sucedió. A partir de entonces se sucedieron las asambleas y mandatos de lucha que iban resolviendo los diferentes hospitales. Un plenario de delegados de toda la provincia resolvió un paro de 48 horas y esperar la propuesta del gobierno. Esta no sólo no satisfizo los reclamos, sino que adquirió un viso de provocación y confesión de los planes que rondan en el gobierno de atacar las condiciones de trabajo y de racionalización.


La propuesta sostenía: Un aumento de 30 pesos en el presentismo crítico (lo que cobra una parte de los trabajadores), un aumento de 30 pesos por mayor jornada (es decir a los que trabajan 8 horas) y para la mayoría que trabaja 6 horas para acceder a estas “mejoras” debían pasar al régimen de 8 horas con el agravante que, de cada 3 empleados, uno quedaba desafectado (porque hacían desaparecer un turno).


Un plenario provincial de delegados y las asambleas rechazaron este “paquete” y decretaron un nuevo paro de 72 horas con una movilización en la Capital santafesina para el día martes 14, la que fue masiva (alrededor de 2.000 personas) y muy combativa. Esto se expresó en la intervención de compañeros de diferentes sectores hospitalarios. Ese mismo día un nuevo plenario de delegados (unas 300 personas) resolvió la continuidad del paro (que concluia el miércoles) los días jueves y viernes, levantándose luego por 48 horas y convocándose un nuevo plenario de delegados para el día lunes 20/9/93.


Conjuntamente se realizaron cortes de ruta y concentraciones entre varios hospitales para ampliar la agitación. Está programado una movilización de los hospitales de toda la provincia en Rosario.


En el movimiento, en los plenarios de delegados, ha comenzado a desarrollarse un debate de enorme importancia para el futuro de la lucha.


Sobre el programa reivindicativo, hubo acuerdo en un conjunto de puntos: Efectivización de los contratados; incorporación del plus en negro al básico; recategorización. En el punto más importante, el salario, es donde se planteó el debate sobre cuánto exigir. Mientras que el Hospital Baigorria y otros de Santa Fe proponen reclamar 250 pesos (los salarios son de 350-400 pesos), la Directiva central insiste en no fijar un monto “para no crear falsas expectativas” y sólo se compromete a “que la lucha no será por 65 pesos”.


La segunda cuestión en debate es la modalidad de la lucha. El Hospital Baigorria y otros plantean la necesidad de un plan de lucha que se expresó en mandatos por paros por tiempo indeterminado de 96 horas indefinido.


La Directiva sostuvo que cada plenario de delegados resuelva los pasos a seguir. Con esto no quieren asumir el compromiso de encarar una pelea a fondo. Quieren tener la libertad de maniobrar frente a un movimiento que se radicaliza.


Estos debates reflejan una cuestión crucial en esta lucha: la desconfianza de un sector de compañeros en una Comisión Directiva vitalicia, que tiene un enorme manejo del aparato sindical y que cuenta con antecedentes de traicionar huelgas (actualmente Upcn participa en la Comisión de reforma del Estado. Hecho éste que originó una denuncia pública de ATE (CTA) porque… ellos quedaban afuera de la comisión).


La batalla que un sector de delegados y compañeros de base da es para que haya mandatos. Mandatos en los reclamos (250 pesos) y en los planes de lucha.


Las masivas movilizaciones, la contundencia de los paros, las asambleas cada vez más masivas, la formación de comités de huelga, los mandatos que tienden a profundizar la huelga demuestran que “las bases dan”. El plenario de delegados aprobó, a propuesta del Hospital Baigorria, la formación de un fondo de huelga.


La victoria es posible, a condición de plantear con claridad los reclamos y un plan de lucha consecuente.