Sindicales

18/2/2016|1399

Santiago del Estero: la docencia en ebullición

Organicemos el no inicio


Incluso antes de que se produzca el reintegro a las escuelas, ya se han realizado tres numerosas movilizaciones docentes en Santiago del Estero. La última, una “Marcha Blanca” convocada por el sindicato Cisadems, a la que adhirieron Sisadoc y Docentes Autoconvocados, reunió a unas 400 personas, que marcharon por el centro de la ciudad, parando en el Ministerio de Educación.


La movilización planteó la exigencia de un básico que no esté por debajo de los 10 mil pesos, paritarias libres y blanqueo de cifras en negro. La columna de autoconvocados intentó llegar luego hasta Casa de Gobierno, pero se lo impidió un fuerte vallado con centenares de policías.


Santiago del Estero no tiene paritarias al menos desde la dictadura militar. La burocracia sindical oficialista se agrupa en una “mesa de diálogo” que se limita a aceptar las imposiciones del zamorismo.


Como resultado de esto, Santiago tiene aumentos muy inferiores a los nacionales, lo que deviene en el peor salario del país, a lo que se suma el mayor índice de precarización laboral. En el caso de los docentes, más de la mitad del salario es en negro.


La Cisadems, adherida a la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), tiene una orientación no kirchnerista y es el único sindicato de importancia que nunca integró esa mesa del diálogo (hace unos años se retiró también Judiciales).


El problema crucial al que se enfrenta la docencia es organizar el paro (en unidad). Cisadems ha planteado el no inicio de clases, pero existe el antecedente negativo de paros que han sido convocados y no garantizados, lo que genera cierto desconcierto entre los luchadores y la docencia.


El surgimiento del movimiento de autoconvocados (ya en 2015) se explica en parte por esta falencia de Cisadems. En un marco de una gran heterogeneidad, hay sectores que impulsan una política divisionista, poniendo por delante un ataque a Cisadems, en lugar de guiarse por los intereses de la docencia en su conjunto.


Desde Tribuna Docente estamos impulsando una campaña por un plenario provincial de delegados de todas las escuelas, lo que generaría una instancia de centralización y unidad para organizar seriamente el paro. Con esta política de lucha, intervenimos en todos los sindicatos y en autoconvocados, planteando un básico de 10 mil pesos, paritarias libres y el blanqueo de todas las cifras en negro.


La realización de un paro docente podría a su vez motorizar la lucha de otros sectores, fundamentalmente salud y estatales.