Un día antes de la movilización piquetera, “unas trescientas personas saquearon el depósito central de la Provincia en Tolosa, La Plata, cargando dos camiones, un micro y una camioneta de alimentos, colchones y otras mercaderías" (diario Hoy, 4/8).

Los participantes dijeron estar esperando “hace tres meses la asistencia”. Horas después, el gobierno indentificaba al MP 29, el MUP y grupos de Florencia Varela, como los responsables. Se trata de grupos pejotistas escindidos del movimiento piquetero hace varios años, que hoy revistan en las filas afines a Kirchner y Solá.

La filiación explica la “zona liberada” que tuvo esta caravana para desaparecer sin dejar “rastros”, incluyendo 70 personas que se fueron a pie a tomar el tren a la estación más cercana.

El hecho habla de la magnitud del “recorte” y de la virulencia y los métodos que asume la interna del kirchnerismo. También de la fragilidad de las bases sociales y políticas del Frente para la Victoria.

El movimiento piquetero inició un plan de lucha con sus métodos, los de la clase obrera, de lucha y acción directa, para quebrar el ajuste contra la asistencia social, planteando un programa de salida para todos los explotados de la provincia, sin distinción.