Sindicales

25/9/2003|818

Sasetru contra el Estado capitalista

La nueva etapa que se inicia con la reocupación de la planta será aun más dura y requerirá una movilización aun mayor que la que emprendimos hasta ahora y que culminó con la expropiación del establecimiento.


Al igual que el resto de las fábricas recuperadas, tropezamos con la falta de recursos. El cálculo estimativo realizado por la comisión técnica es que se necesitan 200.000 pesos para poner en marcha la planta, aunque resta hacer una evaluación más precisa de los daños y faltantes provocados por la acción delictiva de sus antiguos dueños que, como es sabido, retiraron piezas vitales de las maquinarias. Para colmo, la empresa proveedora de esas piezas tiene su filial en Brasil. Es indudable que este hecho retrasa los planes dirigidos a reabrir la planta, que inicialmente estaba previsto para dentro de 60 días.


La Cooperativa Sasetru Gestión Obrera ha comenzado la batalla por el financiamiento. Está establecida un primera reunión con representantes del gobierno nacional – que surgió como resultado de la última jornada de lucha organizada por la Asamblea Nacional de Trabajadores – . Hasta el día de hoy, el apoyo a las fábricas en manos de trabajadores ha sido a cuentagotas, y en algunos casos hasta nulo. No se conceden subsidios y los pocos créditos obtenidos han sido conseguidos luego de un largo calvario. A Minguillon se le acababan de otorgar 70.000 pesos luego de 7 meses de gestiones. A otras empresas, 6.000, 8.000 ó 10.000 pesos. El destino de los 7 millones de pesos fijados en el presupuesto de las provincias para las empresas recuperadas sigue siendo un misterio. En el territorio porteño, el cacareado apoyo económico a las gestiones de los trabajadores está absolutamente retaceado. Ni Solá ni Ibarra han efectivizado siquiera alguna de las expropiaciones que, en el caso de la provincia, han empezado a vencer. El gobierno bonaerense ha apelado a la prórroga de esos vencimientos. Por otra parte, el flamante Fondo de Garantías creado por Solá (Fogaba), como ya lo pusimos de relieve en anteriores números de Prensa Obrera, sirve a los bancos y a las grandes empresas, que sólo admiten tasas usurarias. Mientras se imponen barreras y condicionamientos a las fábricas autogestionadas por sus propios trabajadores, el gobierno acaba de aprob ar una compensación a los bancos de 2.800 millones de pesos.


Comienza una batalla por los recursos, por arrancarle al Estado el apoyo económico que necesitamos. Esta batalla la vamos a librar en todos los planos, como lo hicimos en la etapa previa, cuando se precipitó el desalojo. Lanzamos una campaña nacional e internacional por la puesta en funcionamiento de Sasetru. Junto a los pronunciamientos políticos, reclamamos el apoyo económico de organizaciones, sindicatos, personalidades de todo el mundo. Vamos a derrotar el ahogo y sabotaje capitalista con el apoyo y la movilización de la clase obrera nacional e internacional. En el terreno inmediato, los aportes económicos que reunamos servirán para no interrumpir un solo día los preparativos de la reapertura. En este plano son de extrema utilidad también los adelantos que estén dispuestos a dar solidariamente compañeros u organizaciones, mientras encaramos la lucha estratégica por el financiamiento estatal.


Entretanto, los compañeros de la Cooperativa no desperdician el tiempo. Munidos de los primeros materiales y herramientas, han comenzado las primeras tareas de reacondicionamiento de la planta, en especial en lo que respecta a la limpieza.


La Cooperativa tiene previsto realizar un acto público y una conferencia de prensa con el propósito de demostrar los avances y el cambio operado en el establecimiento una vez que los trabajadores asumieron el control de la planta, y dar un impulso a la campaña de movilización planteada.