Sindicales

14/7/1994|423

Se hunde la Celeste, crece la oposición antiburocrática

Con un ajustado “triunfo” y un retroceso efectivo del 50% de los votos con respecto a la última elección del gremio, la conducción celeste fue, sin lugar a dudas, la gran derrotada en las elecciones del Suteba La Plata.


Los celestes se “impusieron” por siete votos —echando mano a la urna de “votos observados”; perdieron la mayoría absoluta del sindicato; resignaron congresales (entre ellos el que ganó la Lista Rosa, encabezada por Amelia García, dirigente de Tribuna Docente) y quedaron en minoría frente al resto de las listas opositoras (la Azul y Blanca obtuvo el 40% de los votos y la Rosa el 20%).


Previo a la elección, el oficialismo Celeste había sido derrotado en todas las asambleas (de las cuales surgieron mandatos a favor de un plan de lucha activo). Durante toda la campaña electoral fue notable el repudio y el rechazo de una franja mayoritaria de los docentes de La Plata y Ensenada hacia una dirección que vació las asambleas y el cuerpo de delegados, que es responsable de la destrucción del sindicato (el padrón de afiliados se redujo a la mitad), que entregó el salario y se adaptó al presentismo antihuelgas y que, además, mantiene proscripto al viejo activismo opositor (expulsado del gremio o que renunció luego de las traiciones del marysanchismo).


Con este clima, la conducción Celeste apenas pudo “compensar” su derrota con el voto de los funcionarios y la manipulación tramposa del aparato, la junta electoral y los padrones.


Si aún en su derrumbe la Celeste conserva la conducción de la seccional, esto se debe a la política de la Azul y Blanca (reúne a elementos desgajados del aparato marysanchista —ubaldinistas— y del Ptp), que saboteó el frente unido de la oposición, privilegiando el salvataje de la Celeste.


La constitución de la Rosa permitió reagrupar en torno a Tribuna Docente al activismo histórico del gremio. La Rosa hizo una excelente elección, creció un 60% y obtuvo el 20% de los votos (la Naranja-Marrón morenista entró cola con 4 votos en la provincial).


La Rosa tiene ahora el desafío de ponerse a la cabeza de la campaña contra el gran negociado montado entre el IOMA y los institutos privados de educación especial, por medio del cual el organismo provincial financia con el aporte de los docentes a los institutos privados.