Sindicales

29/6/2006|951

Se polariza el Soip


La Comisión Directiva, en su material, ha hecho eje en el ataque al “grupo de compañeros que abandonaron el sindicato”. Los acusa de querer “piratear” el color de la agrupación, de “pechos fríos” que no se aguantaron la “responsabilidad” y de no “cumplir con los deberes de la organización”. Finalizan a lo Lorenzo Miguel: “Seremos indestructibles cuando no haya ningún enemigo entre nuestras propias filas”.


 


El lenguaje es expresivo de su desbarranque burocrático. Tipográficamente, han usado el mismo número de letras en reivindicar su política que en atacar a la Bordó. Sintomático.


 


Claro, no responden una palabra sobre la entrega del convenio negrero Cipa-Soip, el cual no es mencionado en todo el material, algo que los delata: no se animan a defenderlo como argumento de campaña. Sólo dicen que blanquearon a cientos de obreros, pero allí se incluyen las batallas por el blanqueo con el convenio ’75, mientras nuestros compañeros estuvieron a la cabeza del Soip.


 


Se atribuyen también aumentos salariales que se ganaron con los métodos de la huelga general y el piquete, mientras estaban nuestros compañeros al frente de la acción gremial. Incluyen los aumentos oficiales, pero se “olvidan” de decir algo que los obreros no se olvidan: que los incorporaron como premios.


 


Pero a estas alturas, faltando dos semanas para las elecciones, buena parte de la batalla está librada. El ingreso a las plantas de Patricia Comparada se ha transformado en un hecho político, con asambleas en las más importantes: Centauro, Moscusa, Solimeno, y en muchas otras. Hay grupos enteros de apoyo en las dos plantas de Indupesa. Se remueven prejuicios y llevamos hasta el final una política, la de poner la cara de compañeros que tienen una trayectoria extraordinaria. Mientras que el resto de las listas son ignotos en muchos casos, otros quemados impresentables, y la Comisión Directiva entra más por la puerta de la patronal que por la de los obreros.


 


Donde nos prohíben el ingreso, como en La Campagnola, hemos hecho reuniones en la puerta a las 5 de la mañana, a la salida, en las esquinas del puerto los sábados. Respondemos las dudas, nos presentamos como parte de un movimiento clasista que ha probado su programa y su método de lucha, de asamblea general, de Cuerpo de Delegados actuante, de paritarios de base, con dirigentes probados contra la corrupción patronal.


 


La Bordó-Marrón ha reunido 70 fiscales para 45 lugares de votación. Otro golpe sintomático de una lista de gran inserción y movilización. Hay candidatos de algunas de las siete listas que serán fiscales de la Bordó-Marrón.


 


A estas horas, la junta electoral nombrada a dedo mediante el estatuto del legendario Saravia, se transforma en el argumento más fuerte de la campaña electoral oficial. Están buscando que la patronal no autorice la salida de las plantas de los fiscales Bordó, no han emitido padrón de sede diferenciado (permitiendo objetivamente el doble voto, en planta y en sede), en el padrón general hay 150 afiliados más que en el de empresas, es decir obreros fantasmas que no se sabe dónde trabajan o trabajaron.


 


Todas las apelaciones legales están en marcha, pero apostamos a la movilización obrera para conjurar el fraude. La simple suspensión electoral que piden varias listas que se autoconsideran desahuciadas no es una salida para los obreros del Soip. La Bordó está en alerta rojo y movilización. La salida es quebrar el fraude y que emerja la voluntad del gremio.