El jueves 28, mientras se realizaban las elecciones de delegados de la fábrica plástica Sealy Tempure, en la zona norte del Gran Buenos Aires, la patronal presentó -con el aval de la burocracia plástica- un padrón inflado de los locales comerciales. Los trabajadores, como respuesta a esta maniobra, paralizaron la producción durante una parte importante del día y se movilizaron a las urnas para evitar que voten aproximadamente 60 personas ajenas al establecimiento. Al ingreso del turno noche hubo nuevas manifestaciones de solidaridad y el compromiso de parar nuevamente si se intentaba consumar el fraude. Luego de varias horas se hizo presente un veedor del Ministerio de Trabajo, que frente a la irregularidad de la elección, dispuso la suspensión de la misma. La enorme respuesta de los trabajadores tiene razones de fondo. Se sabe que el intento de la patronal de consumar un fraude tenía el objetivo de quebrar al activismo que viene defendiendo las conquistas obreras para avanzar en la flexibilización de la producción. La lista combativa exige que se vote por establecimiento, y que los locales comerciales tengan su propia elección de delegados. Luego de este primer round, queda planteado seguir la lucha por la realización de elecciones democráticas, poner en pie una interna combativa que enfrente todas las maniobras de la patronal y defienda las conquistas de la fábrica y luche por los reclamos pendientes.