Sindicales

16/3/2017|1450

Segunda semana de paros: Ctera debe convocar a la huelga general

Nuevos aprietes de Macri y Vidal

Al promediar la segunda semana de paros, dos semanas de 96 horas en Buenos Aires y de entre 72 y 48 horas en la mayoría del país, el gobierno insistió con atacar a la docencia.


 


Luego de ofrecer un 1% más, una falta de respeto, la gobernadora Vidal realizó una conferencia de prensa en la que anunció otra nueva provocación: dar un presentismo extraordinario a los docentes que fueran a trabajar, es decir , una cuña para promover el carnereaje del gran paro que se está desenvolviendo en su provincia.


 


La “propuesta” en provincia de Buenos Aires siguió siendo el miserable 19% en tres tramos (5, 5 y 9%, el último a cobrar recién en enero de 2018), que rechazaron todos los gremios.


 


La nueva provocación es parte de una guerra sucia contra la docencia que han asumido Macri, Vidal, los gobernadores y toda la oposición patronal, que buscan afianzar al régimen de la coalición del ajuste derrotando esta gran lucha de la docencia, y abrir un curso de ataque más profundo contra todo el movimiento obrero.


 


El anuncio de castigar a los huelguistas y de ratificar que descontará los días de paro, sin embargo, es la expresión de un gobierno que no puede doblegar la huelga, ni en la provincia de Buenos Aires ni en la mayoría del país, como lo demostró el masivo paro de Ctera que se desarrolló al mismo tiempo que sus aprietes en televisión.


 


En medio de esta ofensiva de Macri y Vidal, la burocracia sindical de la FEB abandonó el barco, y se bajó del paro nacional convocado por Ctera, un hecho para nada aislado de los “anuncios” de la gobernadora. Antes, la burocracia de Amet había aceptado la conciliación obligatoria ilegal del gobierno provincial. El tan meneado Frente Nacional Educativo , y la “unidad” de todos los gremios provinciales de Buenos Aires terminaron siendo palpel pintado, algo que la dirección celeste de Baradel dejó pasar respetando “las decisiones orgánicas” de esos sindicatos.


 


Desde las entrañas de los sindicatos, la burocracia sindical despliega y/o permite una política de deflecamiento del paro que la docencia no va a aceptar.


 


Gobierno en problemas


 


Todos los diarios han publicado el golpe que ha significado la fortaleza del conflicto docente. El gobierno de la provincia de Buenos Aires ha conformado un equipo de “crisis” encabezado por Vidal y constituido por el jefe de gabinete, Federico Salvai; el ministro de Economía, Hernán Lacunza; de Educación, Alejandro Finocchiaro; de Trabajo, Marcelo Villegas, y sus secretarios de Comunicación y Medios, Federico Suárez y Mariano Mohadeb.


 


La desorientación de su equipo de crisis ha llevado a que uno de sus integrantes “confesara que para el termómetro de Vidal, las aulas vacías superan con creces los otros problemas que enfrentó” hasta ahora (La Nación, 12/3). A la par de esto, en medio de despidos masivos, escándalos como el del Correo y la rebaja de jubilaciones, la imagen de Macri-Vidal ha caído y “temen que esa caída se profundice con la extensión del conflicto docente” (Clarín, 10/3).


 


Rebelión subterránea


 


Las masas están sacando conclusiones profundas frente a la situación de ajuste contra los trabajadores de parte del gobierno. Entre otras cosas, esto se traduce en ver a los docentes como una referencia de lucha contra esa avanzada.


 


Al interior de la base docente, por otra parte, crece el rechazo por los gestos hacia el gobierno de parte de la dirección celeste de Baradel. Y las agachadas de la FEB y de Amet.


 


Otros gestos de las directivas burocráticas con los gobiernos son el de la dirección celeste de la Unión de Educadores de Córdoba (UEPC), 3 que se muere por cerrar por el 19 por s ciento con Juan Schiaretti; el retorno a


 clases el miércoles 8 de parte de UTE en Capital Federal (dejando aislado al Suteba de provincia de Buenos Aires), el arreglo del 13 por ciento de la Unión e de Docentes de la Provincia de Misiones y el 21/22 por ciento aceptado por el Atep y Apem celeste de Tucumán. Por estos y mismos gestos, el mismísimo Marcee lo Longobardi, agente número 1 en la guerra mediática contra los docentes, salió a rescatar a Baradel, un moderado -dijo- frente a “la banda” de la oposición multicolor de Suteba.


 


Muy tempranamente, la base docente ha comenzado a percibir esta e política de Baradel y Sonia Alesso de 3 poner el freno, para arribar a un entendimiento con el gobierno.


 


El estado de rebelión que anida en la docencia ha sido seriamente registrado por los grandes medios. En su s editorial del domingo 12 de marzo en a La Nación, Joaquín Morales Solá, con una acusación pérfida de kirchneris-tas hacia los maestros, alertó que “el viernes pasado, un día sin huelga docente, muchos maestros bonaerenes


no fueron a trabajar” Efectivamente, ese viernes 10 de marzo, el paro fue votado y llevado a cabo por la Lista Multicolor y los sutebas combativos, y acatado por la mayoría de los docentes, como se quejó Morales Solá.


 


La lucha docente ha puesto al gobierno contra el rincón, existen las condiciones para quebrar la avanzada antiobrera de Macri, Vidal y todos los gobernadores.


 


Pero deben decidir los docentes


 


Por plenarios de delegados con mandato para organizar y defender la lucha docente hasta obtener los reclamos. Ctera debe dar continuidad a las medidas de fuerza, con la huelga general. El 22 de marzo, en la Marcha Federal Educativa ya anunciada por Ctera, convocamos a todos los trabajadores a sumarse para quebrar el ajuste de Macri y los gobernadores.


 


Un paso previo será la mutitudina-ria marcha que se llevará acabo el jueves 16 a la gobernación de Buenos Aires, en La Plata, en el marco de un paro provincial de docentes, judiciales, estatales y profesionales de la salud.