Sindicales

30/5/2003|756

“Si esta lucha la vendes, te vamos a reventar”

Se reabre la lucha docente

Los veinte mil docentes que marcharon por La Plata el 23 de mayo le dieron un duro golpe a Solá y a la dirección del Suteba.


Luego de imponer la Ley de Emergencia, Solá creyó que tenía el campo orégano para avanzar con el ajuste con el “guiño” de las direcciones sindicales, nucleadas en el Frente Gremial.


En agosto del año pasado se levantó el paro por tiempo indeterminado que aceptando el recorte… con cierto maquillaje. Los sindicatos, principalmente Suteba, se enrolaron detrás del Frenapo, llevando a la docencia a la parálisis ¡en momentos en que no se pagaban los sueldos! Se impuso el inicio de las clases con una “normalidad” que no se conocía desde hace años. El argumento de Yasky e incluso de sectores de la otrora oposición fue que se podía luchar desde el aula… dando clase.


Por una nueva dirección


Uno de los puntos más fuertes que aparecía en las escuelas era que los maestros no querían salir a la lucha con esta dirección traidora. El levantamiento del paro, el no inicio de 24 horas, el haber permitido la sanción de la Ley de Emergencia a punta de balas y gases llamando a ir a trabajar, actuaban como factores de desmoralización.


Pero, como lo planteó Tribuna Docente en su editorial de marzo, “la derrota tiene patas cortas”. Efectivamente, con el recorte salarial se dieron las condiciones para rearmar la lucha.


Las escuelas resolvieron la ocupación, marchar a los consejos escolares, cortar rutas, coordinar. Desde las escuelas en lucha, se gestó la imponente marcha del 23, en la que Yasky no pudo más que balbucear un cronograma de actividades a todas luces improvisado ante la presión de los docentes que le hacían saber que querían la huelga general y plan de lucha para acabar con Solá y Duhalde, y sobre todo que “Si esta lucha la vendés, te vamos a reventar”.


Con Ensenada ocupando ya hace una semana el Consejo Escolar (ver aparte), con los delegados combativos y los docentes de Lomas ocupando la Dirección General de Escuelas, con la permanencia de Suteba Matanza en las Torres, con las autoconvocatorias, que surgen por todos lados, el Plenario Provincial de Delegados, que fue aprobado en una masiva asamblea en La Matanza, se hace imprescindible. La determinación de Suteba Matanza de llevarlo adelante aunque la Directiva central no lo haga, es decisiva.


A partir de las autoconvocatorias, de las escuelas ocupadas y de las movilizaciones y cortes con los padres, hay que reconstruir la huelga general docente por tiempo indefinido para terminar con la política antieducativa de Solá y Duhalde. Se impone organizar un plan de lucha que prepare esa huelga general. Un paso fundamental es que se formen comités de lucha en los distritos que dirijan el conflicto e impongan un Congreso de Delegados de base, elegidos en todas las seccionales, con mandato de mayoría y minoría, proporcional al apoyo que hayan tenido en la Asamblea.