Sindicales

23/2/1993|383

Sigue la lucha en la 79

La olla popular instalada frente a la terminal de la empresa San Vicente se mantiene firme desde hace 15 días, momento en que los 23 despedidos decidieron esta metodología de lucha para pelear por su fuente de trabajo. Este dato nos revela una de las características que está tomando la resistencia de los trabajadores frente a la ofensiva patronal: los conflictos tienden a ser prolongados, lo que a su vez nos indica las enormes reservas de energía para luchar por sus derechos que existe en la clase obrera.


Y en el caso de los choferes de la línea, esto tiene mayor valor por lo sucedido en los últimos días.


Luego de instalada la olla popular el 28 de enero, con una asamblea prevista para el 4 de febrero y con una semana acordada con la empresa para discutir las reincorporaciones, la patronal comienza una campaña de intimidaciones para que los choferes no se acerquen a la olla y no concurran a asambleas, amenazando despedir a los que lo hicieran (secundados en esto por la “rosca” pro-patronal que existe en la línea). Como con esto no lograban aislar a los compañeros de la olla, en una muestra de su desesperación, dos directivos atacaron a golpes de puño, por la noche, a los despedidos que estaban en ella. Esto motivó la salida de un volante denunciando la agresión e impulsó aún más la labor de los compañeros de la olla. Para el 4 la patronal adelantó el pago del mes y se apostó en la puerta de la empresa fichando a quienes se acercaban. La reunión del turno mañana se levantó por este motivo, pero por la noche se realizó frente a la carpa y lejos de los botones empresarios. Aunque concurrieron aproximadamente 40 compañeros, no se planteó ningún curso práctico de acción, ya que luego del informe de la situación se solicitó la solidaridad y el apoyo a la olla popular.


Los compañeros continuaron realizando colectas, reciben donaciones de mercadería y la solidaridad de varias líneas de transporte que se hicieron presentes con las voz de activistas y delegados. Luego del temporal de tres días que rompió los plásticos de la carpa, ésta se rearmó, pero de mayor tamaño y se agregaron dos carpas más, mostrando la predisposición para resistir que existe. El no poder quebrar esta resistencia de los trabajadores de la olla, hizo recular a la patronal, que en un acuerdo con UTA, el miércoles 16 reincorpora a cuatro choferes que habían sido los primeros despedidos de hace ¡¡90 días!! ¡Exito de la olla popular! La mayoría de los compañeros saca la siguiente conclusión: éste es el fruto de la tenacidad en la lucha y la existencia de la olla. Esto demuestra que con una acción más enérgica, decidida y con claridad de objetivos se puede reincorporar a todos. Pero aquí tienen que jugar decididamente los delegados que estén por el triunfo de la lucha. Es una tarea indelegable y la tienen que tomar en sus manos, rodeándose con los compañeros más firmes para discutir a fondo con todos los choferes de la línea. Organizar reuniones, asambleas, donde se vayan preparando acciones de conjunto para quebrar la política de esta patronal chupasangre y antiobrera. Debemos aprovechar que aparentemente la empresa no quiere mantener grandes conflictos, porque necesita su parque automotor funcionando a pleno en marzo. Esta situación favorece a los compañeros en su lucha. ¡Adelante!