Sindicales

13/3/2003|792

Sigue planteada la ocupación

El martes, los trabajadores despedidos de Renault se dirigieron a la planta con el objetivo de realizar una asamblea conjunta con los trabajadores que están dentro y producir la ocupación de la misma; esto lo resolvió una asamblea del día lunes. La ocupación se frustró, no hubo asamblea conjunta y finalmente se terminó poniendo una carpa que se mantiene con unos 50 compañeros en la puerta de fábrica. La burocracia de Dragún comandó todo este operativo declarándose “sorprendida” e “indignada” por la negativa de la patronal a permitir la asamblea y llamando “desde afuera” a los trabajadores que permanecen en la planta a desarrollar una toma simbólica de la misma.


Lo cierto es que las tendencias a la ocupación son fuertes, y que los trabajadores que quedan dentro deben ser involucrados en el plan de lucha. En el medio de la crisis terminal de la empresa, la patronal planea aumentar a 13.000 el número de autos que producirá este año, contra los 10 mil del año pasado, es decir, aumentará la productividad de los trabajadores que quedan (los despedidos no intervinieron en la producción anterior ya que estaban suspendidos). Esto fortalece la tendencia a la ocupación y a exigir la incorporación de los despedidos y el reparto de las horas de trabajo, manteniendo el mismo salario (la patronal cuenta con los fondos, ella misma propone entregarles a los despedios un salario de 700 más las cargas sociales durante un año). La decisión por mantener a los compañeros adentro es la gran batalla; las medidas de la burocracia no apuntan en ese sentido, son fuegos de artificio que terminan abortando las mejores tendencias a la lucha.


Desde el acampe en la puerta, con el apoyo popular, se crearán las condiciones para ir a fondo en la voluntad de los trabajadores.