Sindicales

24/9/2015|1382

Sindicato de Camioneros: reelección con grietas


Hugo Moyano volvió a ser consagrado secretario general, porque una vez más sólo hubo lista única nacional.


 


Moyano accedió por primera vez a la conducción del gremio de Camioneros en 1987, y logró ser reelecto en 1991, 1995, 1999, 2003, 2007, 2011 y ahora, en 2015. Todo un récord de re-re-reelección.


 


Qué le pasa, qué le pasa a mi camión…


 


Sin embargo, empiezan a aparecer grietas. Se han presentado una serie de listas opositoras en las seccionales, en un número superior que en el pasado. Mar del Plata, Bragado, Necochea, Olavarría, fueron algunas.


 


En Mar del Plata, un desprendimiento de la actual directiva, encabezado por Martín Desimone, puso en pie la lista Celeste y Blanca. Su profesión de fe moyanista no le sirvió para evitar mismo trato que los activistas que cotidianamente enfrentan a Hugo Moyano. Desimone denunció aprietes y patoteadas y la proscripción de su lista a pesar de contar con todos los requisitos para presentarse contra Eva Moyano, la hermana de Hugo. Ahora, reclaman en la Justicia una cautelar y un recurso de amparo para impugnar las elecciones.


Situaciones similares han ocurrido en Bahía Blanca y en La Pampa.


 


En Bragado, la lista oficialista se impuso por amplio margen, pero la preocupación pasa por la sola existencia de una lista contraria.


 


En Necochea, la lista oficialista Verde superó a la opositora Azul 267 a 111 votos. La oposición obtuvo un 30 por ciento de la elección. Quizá por eso, el secretario general, Oscar Peralta, reconoció que hay dificultades que resolver.


 


De todos estos procesos, el más profundo fue el de la seccional de Olavarría, Azul y Bolívar. Aquí se conformó una masiva lista de oposición, la Celeste, que agrupó a una muy amplia cantidad de choferes, varios de ellos delegados destacados. La oposición obtuvo el 45 por ciento de los votos (491 de la Verde contra 361 de la Celeste). Superaron a la dirección de la Verde de Moyano en el núcleo más concentrado de camioneros (Olavarría) y también triunfaron en la empresa más importante de la seccional con una diferencia de casi 9 a 1. Un fuerte golpe para la burocracia local, que ocupó los alrededores de la sede sindical en la cual se votaba, intimidando a los votantes. El secretario general reelecto, Jorge De Crecchio, reconoció que debieron “haber ganado por mucho más, tenemos que trabajar más para llegar a las próximas elecciones sin lista opositora”. Al burócrata le preocupa que “la lista Celeste, con el resultado que consiguieron, van a seguir luchando, porque han tenido posibilidades, y ahora nosotros vamos a tener que revertir la situación para saber cuáles son los problemas que tenemos por lo que un importante número de compañeros no nos ha votado”.


 


Además, en Santa Fe, en Córdoba, en Santa Cruz hay enfrentamientos entre facciones verdes, por la caja y los negociados. Esa puja en Santa Fe terminó hace dos años en una muerte y varios heridos de bala.


 


Por la cabeza y por la base


 


Las listas surgen a partir de desprendimientos de la Verde moyanista, que en varios casos empalman con núcleos de trabajadores combativos, que repudian el vaciamiento sindical y el entrelazamiento de los dirigentes camioneros con las patronales.


 


Las fisuras burocráticas se alimentan, también, por los nuevos alineamientos detrás de Scioli, Macri o Massa, que enfrentan a miembros de las enquistadas directivas entre sí.


Con estos reagrupamientos de choferes contra el moyanismo se abre un proceso cuyo alcance habrá que seguir. Las agrupaciones nacientes deberán mantener su funcionamiento, defendiendo los reclamos de los choferes de base y una lucha independiente por la recuperación del sindicato y la democracia sindical.


 


Moyano está jugado a ser un pilar del pacto social para garantir el ajuste del próximo gobierno, sea Scioli, Macri o Massa. Eso clarificará la ruptura de sectores combativos con el moyanismo y su acercamiento a las filas del clasismo.