Sindicales

15/9/2016|1428

Sobre la reunión de la CGT y los movimientos sociales


La reunión de la CGT y los movimientos sociales (CCC, Movimiento Evita, CTEP, Barrios de Pie) tuvo por objeto comprometer a las organizaciones de desocupados en la línea de contención de la burocracia sindical.


 


Los medios de comunicación, de derecha a izquierda, quisieron presentar el cónclave como el reforzamiento de un polo contra el ajuste. Lejos de ello, de ahí no salió ninguna iniciativa. La burocracia tiene prevista una reunión de su Confederal para el 23 de septiembre, donde “evaluará” si dispone alguna medida de fuerza en el mes de octubre para descomprimir los reclamos obreros, a pesar de que la situación de los trabajadores se deteriora de hora en hora. Los representantes de los “movimientos sociales”, por su parte, se comprometieron a aguardar esas “definiciones”.


 


La agenda de la reunión


 


Antes del encuentro, los referentes de las organizaciones de desocupados expresaron sus expectativas: “la integración de las organizaciones sociales en esquemas institucionales bajo el amparo de la CGT. Como ejemplo, Pérsico explicó que la obra social creada por el CTEP cuenta con unos 40 mil afiliados sobre un total de 900 mil monotributistas sociales que, en su mayoría, se atienden en las organizaciones de salud de los gremios tradicionales” (Ambito, 7/9)


 


La incorporación de los cooperativistas en las obras sociales de la CGT es, por un lado, un jugoso filón de recursos para la burocracia. Luego, cristaliza una categoría de trabajadores ultraprecarizados y con sueldos más bajos.


 


El gobierno no vería con malos ojos, por otra parte, que la ‘agenda piquetera’ quede subsumida en la agenda de la burocracia sindical, incluso de cara a potenciales medidas de fuerza encaradas por la CGT para descomprimir la presión social.


 


Del encuentro, cabe señalar, fueron excluidas las organizaciones de la izquierda del movimiento de desocupados, como el Polo Obrero, la Darío Santillán, y AGTCAP.


 


 “No somos desestabilizadores”


 


“´Los trabajadores no somos desestabilizadores” -enfatizó Alderete (de la CCC) y Castro (de la CTEP) completó la idea-: “La clase trabajadora en su conjunto genera estabilidad. Por el contrario, la desestabilización se produce cuando se fragmenta a los trabajadores y el conflicto social no encuentra un cauce de representación” (Página/12, 8/9).   


 


En la burguesía y en la burocracia sindical, el recuerdo de la emergencia del movimiento piquetero, protagonista del Argentinazo de 2001, pesa como una pesadilla. La experiencia de la rebelión popular es un factor presente en la conciencia de las masas y actuante en la situación política. Se manifestó en los cacerolazos, que llevaron el tarifazo a un impasse.


 


La reunión estuvo precedida por la movilización de la CCC, el Evita y Barrios de Pie de San Cayetano a Plaza de Mayo, encabezada por un cura y que contó con la venia del papa Bergoglio. La Iglesia opera activamente en esta línea de contención social.


 


Piqueteros, ayer y hoy


 


En su momento, la CGT le dio la espalda al poderoso movimiento piquetero de 2001 y fue incapaz de contenerlo. La excepción fueron ciertos coqueteos del MTA de Moyano con los grupos de Alderete y D´Elia.


 


El kirchnerismo tomó nota y buscó integrar al Estado a los (ahora llamados) “movimientos sociales”. Así fue que Milagro Sala, hoy caída en desgracia, jugó un rol fundamental de estabilización política en Jujuy.


 


El macrismo no es ajeno a estas preocupaciones, como muestran las reuniones entre Carolina Stanley y Pérsico, o el hecho de que Morales haya puesto bajo su ala a las cooperativas de vivienda que sirvieron en su momento a Milagro Sala. La “contención social”, en el marco del ajuste y la crisis capitalistas, es una necesidad estratégica.


 


Los organizadores de la reunión con la CGT buscan jugar como pata “social” de diferentes armados patronales.


 


Contra esta perspectiva, que los trabajadores pagaremos con nuevos sacrificios, oponemos un programa:


 


Trabajo genuino, pase a planta, salario de convenio, seguro al desocupado equivalente al 75% de la canasta familiar, plan de viviendas y obras públicas bajo control de los trabajadores, salario mínimo igual a la canasta familiar, reparto de las horas de trabajo, ocupación de toda fabrica que cierre o despida, paro activo nacional y plan de lucha para derrotar el ajuste, congreso de bases del movimiento obrero para superar la parálisis de la burocracia sindical.